El dinero no es todo
Nuestro capital y nuestros niveles de felicidad está íntimamente relacionados. Nuestros recursos nos permiten tener una visión específica de la vida. Nuestro dinero juega un papel fundamental en nuestro día a día y la riqueza tiende a hacernos felices. Nuestras finanzas personales guían nuestros pasos, se acaparan de nuestras decisiones y guían nuestro día a día. Nuestras finanzas personales son un eje fundamental y marcan el rumbo de nuestros pasos.
Es una realidad que el dinero tiene un gran impacto sobre nuestra vida y sobre nuestras decisiones. Es una realidad que hay una correlación entre nuestro nivel de ingresos y nuestros niveles de felicidad. Es una realidad que nuestro bienestar está sumamente arraigado a nuestra riqueza, pero la realidad más grande es que esta correlación solo es a corto plazo, pues la vida va avanzando, nuestra perspectiva va cambiando y el futuro nos pinta un escenario distinto.
Todo tiene que ver con nuestro nivel de vida, con nuestro estilo de vida y con la manera en que percibimos nuestra calidad de vida. Todo tiene que ver con la óptica tras la cual miramos la realidad y el peso que le damos a nuestros recursos. Todo tiene que ver con nuestra autoestima y con la importancia que le damos a nuestra riqueza. Todo tiene que ver con la relación que tenemos con nuestro capital y con los aprendizajes que vamos obteniendo en la vida cotidiana.
El dinero no es el elíxir de la felicidad eterna, pero nos ayuda a sentirnos más seguros. El dinero no es el remedio para convertirnos en seres humanos integrales, pero ayuda a nuestro bienestar y a nuestra autoestima. El dinero no es todo, pero nos permite vivir una vida más holgada y tomar decisiones con menores niveles de estrés.
Hay dos extremos que parecen sumamente distantes, pero están más cerca de lo que imaginamos. Tanto tener demasiado dinero, como tener demasiado poco, puede generarnos conflictos internos. Los más pobres pueden ser sumamente felices o sentirse desdichados. Los más ricos pueden sentirse plenos o sumamente pobres.
El dinero puede aportar grandes beneficios a nuestras finanzas personales. El dinero puede permitir que nos sintamos más estables. El dinero poder ayudarnos a ver la vida desde una óptica más segura. Pero el dinero no es todo, lo importante es aprender a administrar nuestros recursos de manera eficiente para lograr que nuestro capital juegue a nuestro favor y nosotros poder dedicarnos a construir una vida más armónica.