Crecer es aprender

Crecer es aprender

Crecer es sinónimo de aprender y de responsabilizarnos por nuestros propios actos. Crecer implica conocer, informarnos y tomar las riendas de nuestra vida. Crecer involucra entender nuestro mundo interno, tener nociones del mundo externo e ir forjando nuestro camino hacia la calidad de vida que deseamos. Crecer es luchar día a día para mantener nuestra vida en orden y parte de ello implica organizar nuestras finanzas personales de manera acertada. 

Algunos adquieren hábitos financieros sanos desde edades tempranas, mientras que otros crecen, se convierten en adultos y se dan cuenta del gran caos financiero que los invade. Algunos aprenden a administrar sus finanzas personales mediante los eventos cotidianos del día a día, mientras que otros enfrentan grandes retos y les cuesta trabajo ganar la batalla financiera. 

Muchas personas entran al mundo laboral y no tienen idea de cómo administrar sus recursos. Muchas otras van aprendiendo sobre la marcha y hacen un uso constante de técnicas como ensayo y error e intuición. Muchas personas tienen claro que es fundamental mantener control sobre sus finanzas personales, pero pocas cuentan con los conocimientos adecuados para hacerlo. 

Poco a poco la vida se va acomodando y nuestras finanzas personales van transitando por las vías adecuadas. Poco a poco vamos adquiriendo educación financiera y nos vamos informando sobre la marcha. Poco a poco vamos absorbiendo el ambiente que nos rodea, pero la realidad es que no podemos pretender que nuestra situación financiera mejores si no nos ponemos las pilas y aprendemos a manejar nuestras finanzas personales. 

Para enderezar nuestro caos financiero, es importante que aprendamos a ver las cosas desde otra perspectiva y calculemos el precio de aquello que adquirimos en términos de tiempo. Para tomar las riendas de nuestra vida financiera, es fundamental que identifiquemos y eliminemos nuestros gastos innecesarios. Es vital que tengamos un registro detallado de nuestros gastos fijos y variables y que construyamos un presupuesto realista.

Lentamente iremos forjando hábitos de ahorro y conoceremos el mundo de las inversiones. Lentamente iremos aprendiendo a pensar con inteligencia financiera y el caos se irá enderezando. Lentamente entenderemos nuestras decisiones inconscientes y comprenderemos la raíz de nuestros conflictos financieros. Lentamente la relación que tenemos con nuestro capital será más clara y tendremos una mayor sensación de control.