Cómo superar el daño colateral de las deudas del Buen Fin
Es posible que, como mucha gente, la disciplina financiera no te haya iluminado en esta última temporada de compras. Las promociones y los millones de incentivos para gastar se encontraron por doquier y, después de un año bastante tormentoso, muchos quisieron darse gusto. El problema es la resaca de las compras en el momento en el que te das cuenta de que tu tarjeta de crédito fue rebasada por tu alter ego shopaholic y que te encuentras ahora en una situación delicada.
Te proporcionamos en estos párrafos una guía sobre lo que puedes hacer en diferentes situaciones para salir del embrollo financiero.
Uno de los escenarios que presentamos es en el que las compras se te salieron de las manos y ahora no puedes pagar tu tarjeta de crédito. Esta es una situación muy delicada porque estamos suponiendo que, en el peor de los casos, no puedes cumplir con tus compromisos mínimos de pago, incluyendo pagar a tiempo y el mínimo de tu tarjeta de crédito. Lo que puedes hacer en este caso es devolver las cosas que no has abierto o usado y que te permitan devolver. En muchos casos, la ropa, juguetes y electrodomésticos se permiten devolver con un plazo máximo a partir de la compra.
Si ya te diste cuenta de tu problema, corre a devolver porque de nada te servirán las grandes promociones si sólo te endeudan más o te generan intereses extra. Otra cosa que puedes hacer es empeñar algo para pagar o vender alguna pertenencia.
En un segundo escenario, imaginemos que estás peor que en el primer escenario porque a pesar de seguir los consejos que acabas de leer, aún así no puedes pagar. Lo que deberás hacer en esta situación es acudir a un otorgante de crédito y hacer ver que tienes voluntad de pago. Lo conveniente es estructurar tu crédito con el fin de poder pagar todatu deuda. Una última patada de ahogado será solicitar un descuento en tu pago, que deberña ser en una sola exhibición. Esto podrá salvarte, pero no quedará bien en tu historial.
Sobervivirás, pero recuerda ser más disciplinado en el futuro y no meterte en problemas financieros para disfrutar de las compras con libertad.