Afrontando la incertidumbre

Afrontando la incertidumbre

Solemos enfocarnos en el presente y no vemos más allá de nuestra mirada. Tendemos a fijarnos en nuestros gastos cotidianos, en la gestión momentánea de nuestros recursos y en el aquí y el ahora. Buscamos la libertad financiera, pero optamos por la satisfacción inmediata. Queremos tener una mejor calidad de vida, pero no damos pie a pequeños sacrificios, pues el hedonismo nos gana y no estamos dispuestos a esperar. 

El universo financiero es sumamente volátil y los imprevistos pueden aparecer espontáneamente. La vida no suele advertirnos cuando se avecina una tormenta, por lo que debemos estar preparados, aprender a prevenir, tener una planificación financiera adecuada y hacer uso de las herramientas y estrategias más acertadas. 

Hay de gastos a gastos y muchos pueden surgir sin previo aviso. Hay gastos más fuertes que otros y pueden aparecer en los momentos más inesperados. Podemos sentir que tenemos todo bajo control, que nuestras finanzas personales están dentro de una caja de cristal y que nada puede derrumbarlas, pero de pronto aparecen gastos nos planeados y el mundo se nos viene encima. 

Ante la volatilidad de la vida, es importante prevenir para evitar que la vida nos sorprenda.  Es elemental estar preparado, contar con un presupuesto y crear un fondo para emergencias. Es vital unificar nuestras cuentas, automatizar nuestros pagos e identificar problemas antes de tiempo.

Para hacer frente al dinamismo cotidiano, es fundamental aprender a planificar con conciencia, no descuidar nuestros hábitos de ahorro y pensar a futuro situándonos en el presente. Es importante mantener una postura firme, actuar con seguridad y no dejar que el miedo nos gane la carrera.

El presente es importante y nos ayuda a planificar a futuro, pero debemos educarnos financieramente, actualizarnos con frecuencia y adquirir herramientas que nos permitan blindar nuestras finanzas. Los gastos imprevistos pueden aparecer de manera esporádica y pueden intentar desequilibrar nuestras finanzas personales, pero teniendo las armas adecuadas, podemos afrontarnos y no permitir que nuestra calidad de vida caiga.