El ideal en finanzas personales
La vida es incierta y el estar preparados nos ahorrará múltiples dolores de cabeza. Idealmente entraremos al mundo laboral y seremos constantes. Idealmente tendremos un empleo que logre satisfacer nuestras necesidades personales, familiares y económicas. Idealmente este empleo durará varios años y la práctica nos permitirá perfeccionar nuestras habilidades. Idealmente lograremos una buena calidad de vida, unas finanzas personales estables y una independencia económica. Tristemente el ideal no siempre es lo que visualizamos, pues nada está asegurado y las circunstancias pueden dar un giro de trescientos sesenta grados en cualquier momento.
De pronto surge un desequilibrio en nuestros bolsillos, nuestra situación económica se torna un tanto compleja y debemos ajustar nuestro presupuesto para poder balancear nuestra vida. Si tomamos las medidas pertinentes, las circunstancias podrían acomodarse. Si atacamos el problema de raíz y visualizamos nuestro futuro financiero, podremos hacer una planeación estratégica. Si ajustamos nuestro nivel de vida a nuestra nueva realidad, las cosas transitarán de manera más natural.
Es elemental estar preparados. Es fundamental tomar medidas preventivas. Es crucial contar con ahorros, realizar inversiones y tener un fondo para emergencias. Es vital conocer nuestra situación económica, tener un presupuesto y hacer un registro de nuestros ingresos, egresos y gastos. Es indispensable detectar fugas de capital y tener un plan de acción para erradicarlas.
El estar preparados y contar con las estrategias adecuadas y las herramientas precisas, nos permitirá actuar a tiempo. Actuar a tiempo implica recortar gastos innecesarios, ponernos las pilas en términos de ahorro e inversión, estar conscientes de nuestra realidad financiera y actuar acorde a ella. El estar preparados requiere de un mayor esfuerzo, pero ese esfuerzo valdrá la pena a largo plazo.
Forjemos hábitos sólidos. Consolidemos el ahorro y las inversiones. Adquiramos educación financiera. Seamos consistentes y disciplinados. Nuestro presente y futuro financiero nos lo agradecerán.