El auto engaño financiero

El auto engaño financiero

El peor engaño es aquel que nos hacemos a nosotros mismos. La manera en que nos hablamos influye de manera considerable en la manera en que pensamos y actuamos. Los seres humanos somos expertos en buscar excusas, en buscar pretextos para postergar aquello que no queremos hacer. Esto mismo pasa en los temas de ahorro e inversión. Esto mismo pasa cuando nos hablamos a nosotros mismos sobre nuestras finanzas personales. Si escucháramos esa voz interna y dejáramos de justificar aquello que decidimos y la forma en que nos comportamos, actuaríamos de manera más responsable y cumpliríamos con aquellas cosas que debemos hacer.

El auto engaño a nivel financiero trae consigo repercusiones. La mentalidad de muchas personas es que no obtienen el suficiente capital como para ahorrar. La realidad es que aumentar los ingresos sí aumenta la calidad de vida a nivel económico, sin embargo, el saber administrar el capital que tenemos es fundamental. A pesar de lograr un éxito económico mayor, si la persona no cuenta con las estrategias adecuadas y no utiliza las herramientas correctas, su situación permanecerá igual o incluso peor. El tener un presupuesto bien estructurado y una planificación financiera adecuada, son clave. Se puede realizar un presupuesto con cualquier cantidad de dinero. Un presupuesto bien hecho permitirá priorizar gastos para alcanzar una estabilidad económica, una libertad financiera y una vida más tranquila. Así que, no nos enredemos nuestras propias mentiras. 

El dejar las cosas para después es solamente un pretexto. El postergar nuestras responsabilidades solo aumenta el estrés y se vuelve un círculo vicioso. El actuar sobre nuestras responsabilidades al momento es elemental; el después quizá nunca llegue. Si el ahorro no se convierte en un hábito bien instaurado, quizá esa excusa que buscamos para comenzar a ahorrar nunca llegue. Si el invertir, aunque sea un pequeño monto, no es el siguiente paso que deseamos dar, nuestro capital se quedará estancado. 

En el mundo de las finanzas personales, la magia no existe; necesitamos trabajar arduamente para alcanzar nuestras metas financieras. La madurez y la disciplina son esenciales en el terreno de las finanzas personales. La paciencia y la demora son cruciales. La gratificación será inmensa al final del camino y el ahorro se logrará de manera más espontánea.