Aprendiendo a ahorrar desde pequeños
Los hábitos deben ser implementados desde pequeños para construir cimientos sólidos que duren toda la vida. Las niñas y los niños son seres sumamente perceptibles y aprenden de manera espontánea. Entre más pequeños se empiecen a involucrar en el mundo de las finanzas personales, mejor será su pronóstico futuro en ese terreno. El inculcar hábitos de ahorro sanos y fomentar una estructura y una disciplina en el área financiera, se traducirá en una mucho mejor calidad de vida.
Es sumamente importante que los pequeños aprendan a diferenciar entre el costo y el valor de las cosas. Es elemental que entiendan que el capital es limitado y, por consiguiente, los gastos también lo son. Según los especialistas en el área de finanzas personales, aquellos que aprendan a administrar el dinero desde edades tempranas, estarán más preparados para enfrentar los retos del día a día y tomarán decisiones más acertadas y con mayor seguridad y confianza.
Para lograr implementar una cultura del ahorro en niñas y niños, los expertos recomiendan brindar un pago semanal a los pequeños. De esta manera, verán ese dinero como un ingreso propio y adquirirán una mayor responsabilidad y una mejor administración de este. El capital es resultado de un gran esfuerzo, por lo que es importante que los pequeños aprendan que el dinero se gana a cambio de algo. Hay ciertas tareas que son obligación de los niños y otras que pueden formar parte de algo adicional. Estas tareas adicionales pueden formar parte de una retribución monetaria. Los niños y las niñas pueden hacer un presupuesto sencillo, el cual será de gran beneficio para ellos. Es elemental enseñarles a dividir sus ingresos en ahorros y gastos, llevar un pequeño registro y consultarlo de manera periódica. El ejemplo es el mejor maestro.
La mejor manera de aprender es a través del ensayo y el error. Es importante que los padres de familia estén presentes y asesoren a los pequeños en cuanto a compras que deseen realizar. Sin embargo, es fundamental dejar que ellos mismos decidan sus gastos y ahorros, logrando implementar el aprendizaje de que si se les acaba el dinero, no tendrán la posibilidad de gastar en otras cosas más adelante.
Es conveniente utilizar el día a día como una manera natural de inculcarles hábitos de ahorro sanos. Los préstamos podrían ser parte de esto. Si el pequeño gastó todas sus ganancias y ya no le alcanza para comprar aquel artículo que tanto desea, es importante que los padres le presten un determinado monto, dándole a entender que deberá regresarlo la siguiente semana, cobrándole los intereses correspondientes. Si esto se convierte en una tradición, el aprendizaje será mucho más significativo.
Las niñas y los niños no tienen límite en cuanto a las cosas que desean adquirir, por lo que es importante que los padres de familia les enseñen la diferencia entre los gastos necesarios y los gastos innecesarios. Es importante establecer metas de ahorro concretas, utilizar una alcancía atractiva como método de ahorro y utilizar juegos de mesa y otras actividades recreativas que permitan enseñar y aprender a administrar el capital de manera consciente.
Todo aprendizaje comienza con el ejemplo y los pequeños aprenden más de lo que ven que de lo que se les dice.