Sesgos que te impiden ser un buen ahorrador
Los humanos somos seres racionales, pero no infalibles. Muchas veces caemos en tentaciones, malos juicios o descuidos que nublan nuestra toma de decisiones y nos impiden actuar siempre en pro de nuestro beneficio. Hay que tener cuidado con este tipo de sesgos del razonamiento que afectan nuestra capacidad de ahorrar y disfrutar de los beneficios de esta buena práctica. Hablaremos sobre algunos de estos sesgos con el fin de que estés alerta de no caer en ellos.
- Sesgo al presente. Es muy común cometer el error de decidir gastar en el presente en lugar de en el futuro. Nos gusta saber que obtendremos los beneficios de nuestras acciones en el menor tiempo posible, por lo que decidimos no guardar para después, sino usar nuestro dinero disponible ahora. Esto impide el ahorro y nubla nuestro juicio a largo plazo.
- Sesgo de la desidia o procrastinación. Cuanto antes comenzar un proyecto de ahorro, mejor. El problema es que solemos caer bastante seguido en el sesgo de procrastinar en esto. Es decir, dejamos para después lo que podemos hacer ahora. Transferir dinero a tu cuenta de ahorro o comenzar ese cochinito que has planeado por años pueden ser tareas resueltas en segundos, pero solemos dejarlas para después y restarles importancia.
- Sesgo de optimismo. Es muy bueno tener una mentalidad positiva, pero sin caer en la falta de planeación y cuidado. Muchas veces pensamos que en el futuro estaremos igual o mejor de lo que estamos ahora, por lo que no vemos la necesidad de un ahorro a largo plazo. Sin embargo, hay que estar en sintonía con nuestro entorno y recordar que los imprevistos, las crisis y los cambios radicales están siempre al acecho.
Ten cuidado con estos sesgos. Los humanos somos seres sesgados, pero es importante dominar la mente y actuar en nuestro mejor interés cuando se trata de nuestro dinero.