Es de común conocimiento que toda inversión conlleva a cierto grado de riesgos. Quizá esa sea una de las razones por las cuales muchos temen a las inversiones. Los riesgos son latentes, pero hay cierta magia dentro de esos riesgos, pues traen consigo beneficios, traen consigo mejores rendimientos y mayores retornos. Aún teniendo claras estas premisas, muchos huyen a las inversiones. La práctica hace al maestro y una sencilla guía hará una gran diferencia.
En términos simples, invertir quiere decir aprovechar lo que tenemos para que rinda adecuadamente en el futuro. Tiene que ver con ahorrar capital e invertirlo para lograr que genere rendimientos. El primer paso para lograr inversiones exitosas es apartar un monto de nuestros ingresos y destinar un porcentaje de este ahorro a un fondo para emergencias. El saber invertir ofrece grandes retribuciones.
Las finanzas personales son elementales para la vida y el saber manejarlas adecuadamente trae consigo grandes beneficios. La vida da muchas vueltas y las finanzas no son estáticas. En ocasiones, las finanzas personales se ven alteradas por factores internos, y, en otras, por factores externos sobre los cuales no tenemos control. Lo importante es detectar esas situaciones para poder enfrentarlas de la mejor manera posible.
Aprender a invertir es esencial, especialmente en la época actual. No podemos quedarnos en el pasado, ahorrando debajo del colchón o dentro de una alcancía, pues sería imposible que nuestro capital no perdiera valor. El seguir ahorrando como lo hacían nuestros ancestros es un grave error, pues ahorrar sin invertir no es rentable. Muchos ven las finanzas personales tras una óptica negativa, tras una óptica de incertidumbre y con una actitud temerosa. Las cosas pueden cambiar y podemos aprender a invertir.
La educación financiera es elemental y muchas veces puede adquirirse a través de reflexiones personales e ideas que se van adquiriendo a lo largo de la vida. No todos logramos una educación autodidacta, por lo que existe el coching financiero, el cual ha adquirido popularidad en los últimos tiempos, pues busca mejorar la salud financiera de las personas.
Las eventualidades son imprevistos que surgen de pronto; son momentos que nos transforman en un abrir y cerrar de ojos. Nunca estamos preparados para un estado de contingencia, pero de vez en vez llega, toca a nuestra puerta y no nos permite dar vuelta atrás. Las eventualidades se asoman por un tiempo y luego desaparecen, las cosas se van resolviendo y todo termina por acomodarse. A pesar de contar con estos conocimientos, es elemental estar preparados, pues hacer frente a un imprevisto con las estrategias y herramientas adecuadas cambia el panorama drásticamente.
Las cosas pasan por algo y nos ayudan a centrarnos en lo realmente importante. Las crisis nos ayudan a transformar nuestro panorama en uno más positivo. Las crisis nos llenan de oportunidades y de aprendizajes significativos. Las crisis nos permiten tomar acción para estar financieramente preparados para el futuro que nos espera.
Hay países que tienden a ahorrar más que otros, hay personas que tienen el hábito del ahorro mejor instaurado, hay sociedades enteras que encuentran estrategias viables para lograr una vida financiera sana. Tal es el caso de los países nórdicos, quienes tienen mayores tasas de ahorro debido a la disponibilidad de la renta fija que poseen. La renta disponible tiene que ver con la cantidad de capital con el que cuenta un país para consumir y ahorrar.
Los hábitos de consumo han cambiado, y, por lo tanto, las estrategias de ahorro e inversión de muchas personas se verán afectadas. Las crisis tienden a generar cambios en el comportamiento humano. Las crisis tienden a hacernos pensar en el futuro y tienden a enseñarnos a ver las cosas desde otra perspectiva. En términos de finanzas personales, una vez que una crisis termina, el panorama tiende a ser distinto y vemos el ahorro con otros ojos.
La capacidad de ahorro va en torno a dos vías. Por un lado, están involucrados factores psicológicos, genéticos y elementos relacionados con experiencias previas. Por otro lado, está la región a la cual pertenecemos y el lugar de donde venimos. Todo influye y todo tiene un impacto sobre la manera en que actuamos y nos comportamos. Nuestro aprendizaje va en torno a lo que vivimos, lo que vemos y lo que escuchamos. Las finanzas personales son elementales dentro de nuestro vivir cotidiano, y darles una connotación positiva hace una gran diferencia.
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