Metas de ahorro: ¿Cómo volverlas realidad?

Metas de ahorro: ¿Cómo volverlas realidad?

Uno de los consejos más escuchados para estabilizar nuestras finanzas es ahorrar. Sin embargo, no siempre nos dicen cómo hacerlo de manera efectiva. Crear el hábito puede ser difícil. Por eso es necesario usar estrategias y herramientas que lo vuelvan más sencillo. Un secreto detrás de esto es establecer metas de ahorro y planes para volverlas realidad. Hay consejos muy sencillos de aplicar que nos ayudan a lograrlo. Sigue leyendo y te contamos cómo.

La importancia de ahorrar a través de metas

Cuando comenzamos a ahorrar una de nuestras preguntas es cuál es la cantidad ideal o cuánto debemos guardar. Lamentamos decirlo, pero no hay una respuesta correcta. La cantidad que necesitamos varía según cada persona y sus circunstancias. Aunque, sobre todo, el monto que debemos ahorrar va a estar determinado por nuestras metas personales.

Es imposible lograr nuestras metas de ahorro si no tenemos objetivos claros. Lo primero que tenemos que preguntarnos son las motivaciones detrás de esto: ¿qué queremos conseguir? ¿Cuándo? ¿Para qué? Sólo al responder estas preguntas podremos tener en claro cuánto tenemos que ahorrar. Puedes leer más al respecto de las metas de ahorro en el siguiente artículo.

Ahora bien, para definir tus metas es necesario que tengas algunas directrices en claro. Puedes saber más al respecto en este texto, pero aquí te contamos un poco:

  1. Ahorra para la vida que quieres. Lo primero que debes hacer es saber qué quieres conseguir. Los objetivos pueden ser variados. Piensa en distintos ámbitos de tu vida: amigos, familia, viajes, compras y gustos varios. Planea lo que quieres y podrás obtenerlo.
  2. Busca dónde guardar tus ahorros. Aunque puede ser fácil tenerlos contigo en efectivo mientras comienzas, lo importante es que busques herramientas y productos de ahorro. Sobre todo, la intención de esto es que no pierda su valor. Busca cuentas de ahorro o productos de inversión que te brinden rendimientos, aunque sean pequeños, para hacerle frente a la depreciación e inflación.

Metas de ahorro: Establecerlas

Ahora bien, una vez que sabes qué es lo que quieres, debes establecer para cuándo lo quieres. Necesitas establecer plazos realistas. No te dejes vencer por la ambición. Quizás quieres ir de viaje este año, pero tu presupuesto no alcanza, ¿qué prefieres: cambiar el destino o la fecha de viaje? Incluso puedes hacer un plan para mantener ambos, pero cambiar los gastos que harás. Toma decisiones inteligentes. Si lo que buscas es comenzar a ahorrar, lee este artículo para saber cómo comenzar paso a paso. Lo importante es que se forme un hábito, crees planes de acción y presupuestos e inicies ya.

Vuélvelo posible a través de hacer objetivos S.M.A.R.T. Sus siglas están en inglés y se refieren a establecer objetivos que sean:

  1. S – Específicos.
  2. M – Medibles.
  3. A – Alcanzables.
  4. R – Relevantes.
  5. T – Tiempo establecido.

Esto significa un tipo de planeación específica y con propósito. Puedes conocer a detalle cómo aplicarlos en tus metas si sigues este enlace.

Finalmente, considera tus deudas. Establece tus metas de ahorro con base en si tienes deudas o no. Te aconsejamos primero salir de deudas, para luego dedicarte de lleno a ahorrar. Piénsalo como un plan de dos pasos. Si intentas hacerlo todo a la vez, será más difícil. Es como intentar bajar de peso mientras quieres subir masa muscular: sí es posible, pero necesitas doble esfuerzo. Si quieres saber cómo salir de deudas, lee este artículo. Concentra tus esfuerzos en un sitio y hazlo más sencillo.

Metas de ahorro: Plazos

Como puedes notar, el secreto está en los objetivos. Para que tus objetivos sean realistas debes de fijarlos en el tiempo: a corto, mediano y largo plazo. Aquí te contamos algunos secretos. Puedes acompañar tus metas de ahorro de instrumentos de inversión según el plazo que necesiten. Te compartimos un par de ejemplos:

  1. Objetivos a corto plazo. Son para menos de dos años y suelen ser cantidades pequeñas. Para aprovechar estas inversiones puedes invertir en instrumentos como PRLV y CEDEs, incluso en CETEs. Aunque tienen pocos rendimientos, suelen ser útiles para pequeños plazos y seguros. Conoce más aquí.
  2. Objetivos a mediano plazo. Son hasta 10 años. Suelen ser metas más grandes, que nos permiten acceder a ciertas comodidades: carros, casas, viajes grandes. Aquí te conviene invertir en productos financieros y bancos. Si quieres conocer más opciones, puedes dirigirte a este enlace.
  3. Objetivos a largo plazo. Son metas a más de 10 años. Suelen estar relacionados con mantener el estilo de vida que queremos (e incluso mejorarlo) a futuro, sin que esto signifique un esfuerzo excesivo. Puedes usar planes de ahorro, retiro y jubilación. Además de instrumentos financieros con plazos más largos. Si quieres conocer más, ve a este artículo.

Metas de ahorro: Poner manos a la obra

Lo más importante es sentarte a planear. Puede que parezca mucho esfuerzo al inicio, pero esto es lo que te garantiza el éxito. Las metas de ahorro sólo se pueden conseguir si hay un plan detallado detrás. Este plan varía según cada persona y sus necesidades. Puede ser tan flexible como lo necesites. Pero recuerda que la clave es mantenerte firmen en qué es lo que necesitas y tener constancia. No hay forma de evadir esto. Así que comienza lo antes posible. Una vez que pases la parte más difícil: decidirte a iniciar, puedes con todo lo que venga.

Herramientas y productos financieros para el ahorro

Además, no necesitas hacerlo en solitario. Existen muchas herramientas en el mercado financiero que te ayudan a conseguir tus metas de ahorro. Puedes combinar cuentas de ahorro y de débito para alcanzarlas. Estos productos te ayudan a resolver la cuestión de dónde guardar tus ahorros para que no se devalúen y te sea más fácil llegar a tus metas. Uno de los bancos que tiene opciones para esto es Consubanco, puedes consultar a detalle las opciones de ahorro que tiene en este enlace. Recuerda que lo importante es comenzar pronto con lo que tengas. No dejes pasar más tiempo. Piensa que aunque sea poco, va sumando y estás aprovechando tiempo para tu futuro. ¿Qué esperas? Comienza a establecer metas y trabajar por ellas.