Más consejos para ser un crack del ahorro (porque nunca son suficientes)

Más consejos para ser un crack del ahorro (porque nunca son suficientes)

Si leíste nuestro último blog acerca de los mejores trucos para ahorra, seguramente te quedaste con ganas de más. Si ya estás aplicando los increíblemente efectivos trucos anteriores que te compartimos, pon atención a estos para aumentar tu nivel de proeza ahorrativa.

Uno de los mejores trucos es automatizar tus pagos, sí, el famoso pago domiciliado. Aprovecha las ventajas que la tecnología te ofrece y decídete por la opción de pagos automatizados. De esta forma no tendrás que ponerte recordatorios o rezarles a todos los dioses por que llegue el día de pago y te acuerdes de hacerlo. Con esto evitarás recargos extra o intereses que nadie quiere pagar. Esto aplica, por supuesto, para tarjetas de crédito, membresías y gastos como la luz y diversos servicios indispensables. 

Otro de los trucos que debes aprender a explotar al máximo es sacarle jugo a los programas de lealtad de cualquier establecimiento del que seas un cliente recurrente. Aunque no lo creas, utilizar monederos electrónicos, cupones y rebajas adicionales que te ofrecen las tarjetas de crédito puede hacerte ahorrar hasta el 40% de tus gastos. Los negocios ofrecen estos programas porque es una manera de retener a los clientes, pero no es ningún truco tramposo, ya que si lo sabes aprovechar, esto te conviene muchísimo. Investiga qué bancos dan mejores beneficios, como cashback y también espera al momento indicado para comprar. Por ejemplo, las ventas nocturnas o las temporadas de descuentos.

También, te beneficiarías de poner atención a los descuentos en trámites que ofrece el gobierno en ciertos periodos del año. Un ejemplo es que, durante septiembre, es el “mes del testamento”, lo que significa que es más barato realizar estos trámites. Fíjate si alguno de los trámites burocráticos que tienes pendientes tienen meses de descuento y visita la página del gobierno para ello.

Ahora sí, estás muy bien equipado para seguir comprando y disfrutando, pero sin dejar de ahorrar.