De poco en poco es más fácil ahorrar
Ahorrar debe ser un hábito, no sólo una acción. La diferencia está, principalmente, en que los hábitos son parte de tu rutina, de quién eres y de tu forma de vida. Por eso, el ahorro debería ser un hábito para todas las personas, en lugar de una acción esporádica que se hace de manera muy específica con fines específicos. Por supuesto que tener metas clara sal ahorrar puede ser muy motivador, además de ayudar a organizarnos, peor esta no debe ser nuestra única manera de llenar la alcancía.
En estos párrafos te platicamos cómo el hábito de ahorrar diariamente puede cambiar tu vida y tu relación con el dinero. Se dice que los hábitos se forman con el tiempo. ¿Cuánto tiempo debemos hacer una acción para convertirla en un hábito? Alrededor de 20 días, después de este plazo, es muy probable que las acciones ya no te cuesten trabajo ni impliquen un esfuerzo extra por llevarlas a cabo, ya que son, naturalmente parte de tu día. En cuanto al ahorro, el hábito se puede generar con mucho esfuerzo y disciplina, pero también de poco en poco.
Para comenzar a ahorrar, la práctica diaria te convertirá en un maestro. Muchas veces, parece difícil hacer un ahorro cada día, pero si comenzamos con cantidades pequeñas, al cado de un periodo habremos acumulado dinero sin siquiera haberlo resentido en nuestra cartera.
Las razones principales para elegir el sistema del “ahorro hormiga” son los siguientes:
Paso a paso las cosas son más sencillas. Pensar en un ahorro muy grande a largo plazo es pesado porque parece que el plazo nunca se cumplirá y que es una meta muy difícil de alcanzar. No obstante, ahorrar cada día cantidades que gastas sin siquiera darte cuenta (entre $10 y $50) puede serte mucho más fácil porque no lo reciente tu bolsillo. Es más fácil comenzar cuando ves que el sacrificio no es muy grande.
Los ahorros pequeños son increíbles porque, después de un tiempo te das cuenta de que ya tienes dinero ahorrado sin siquiera haberlo sentido. No deja de contar por ser pequeño, lo que importa es la perseverancia y la creación del hábito.
Por último, ahorrar diario en pequeñas cantidades te sensibiliza sobre el dinero que gastamos en cosas superfluas o sin siquiera ponerles atención. Cuando ves que de esos gastitos se puede generar una buena cantidad, valoras más las monedas pequeñas y los cambios.