Saldo a la vista

Saldo a la vista

Un saldo a la vista es cualquier monto que permanezca en una cuenta bancaria abierta en una institución financiera. El saldo a la vista también es conocido como ahorro a la vista y aplica tanto a personas físicas como a personas morales. La idea es que este dinero esté disponible en todo momento.

A grandes rasgos, el saldo a la vista tiene que ver con los recursos depositados en una cuenta bancaria, sin requisitos específicos ni restricciones de ninguna índole. El saldo a la vista no tiene limitaciones, no hay plazos que cumplir y el dinero está disponible en todo momento. No hay penalizaciones, comisiones, ni gastos adicionales.

El saldo a la vista está accesible de manera inmediata y el titular de la cuenta bancaria puede retirar el capital en el momento en el que lo necesite. El saldo a la vista tiene una fecha de vencimiento para recuperar el dinero total o parcialmente, pero este plazo no se tiene que cumplir, pues la persona, física o moral, puede disponer de su capital en el momento en que lo desee. El saldo a la vista no tiene penalizaciones por cancelación ni por retiros anticipados.

El saldo a la vista tiende a estar en una cuenta corriente en la que hay transacciones habituales como ingresos de nóminas y pagos recurrentes. El saldo a la vista tiene total liquidez, puede asociarse con tarjetas de débito o crédito y suele generar una pequeña comisión por mantenimiento. El saldo a la vista no suele tener rentabilidad y puede estar asociada a más de una persona física o moral, así como a otras cuentas financieras.

En suma, un saldo a la vista es un sistema que permite mantener el capital dentro de una entidad financiera para ser utilizado de manera inmediata. Un saldo a la vista no es una cuenta de ahorro, no hay límites establecidos y puede ser abierto o cerrado.