Intermediación bancaria

La intermediación bancaria, también conocida como intermediación financiera, es un proceso mediante el cual un agente se encarga de conectar a dos o más partes interesadas en crear una negociación o transacción. La intermediación financiera es el cargo que tienen las instituciones autorizadas para actuar como mediadores entre quienes solicitan un financiamiento y los que lo otorgan. Es importante mencionar que la intermediación bancaria siempre genera una comisión por haber conectado a ambas partes. 

A través de la intermediación bancaria, el intermediario, también conocido como comisionista, tiene un rol esencial y debe actuar bajo las reglas del juego previamente estipuladas. La persona que funge como agente intermediario debe tener la mayor información posible para realizar su labor con éxito. Es de vital importancia saber que un porcentaje del valor de la operación será cobrado por la prestación de servicios de dicho agente. La intermediación bancaria tiene la función de lograr que ambas partes lleguen a un acuerdo.

La intermediación financiera debe cubrir con algunos requisitos vitales, entre los cuales destacan los siguientes: Debe llevarse a cabo un trabajo en forma organizada, actuar de manera presencial, tener un amplio conocimiento sobre el mercado en el cual se especializa y saber defender los intereses de sus clientes. Además, la intermediación bancaria debe cumplir con los plazos previamente establecidos, enfocarse en cumplir con las promesas pactadas y acompañar a sus clientes durante todo el proceso de negociación.

Existen distintos tipos de intermediarios, incluyendo intermediarios administrativos, intermediarios financieros, intermediarios comerciales, intermediarios legales e intermediarios de seguros. Los intermediarios administrativos se encargan de gestionar todo lo relacionado con la administración pública. Los intermediarios financieros conectan a los ahorradores y a los inversionistas. Los intermediarios comerciales, también conocidos como comisionistas, fungen como enlace entre los solicitantes y quienes oferentes. Los intermediarios legales facilitan las negociaciones para llegar a acuerdos. Finalmente, los intermediarios de seguros se encargan de gestionar todo lo relacionado con los distintos tipos de seguros.