Blog

La incongruencia nos está derrotando

No hay cambios profundos y la economía mexicana sigue caminando por las mismas vías. No hay estrategias distintas y las finanzas de nuestro país recorren un camino turbulento. No encontramos alternativas, las prioridades no son claras y el clima financiero carece de rumbo. La incertidumbre permanece, la economía mexicana se percibe débil y no tenemos una visión clara sobre el futuro cercano.

Siempre podemos volver a empezar

Es elemental que tengamos claro que nuestro nivel de ingresos no tiene un impacto directo sobre nuestra calidad de vida, pues lo importante no es solo ganar más, sino saber administrar nuestro capital adecuadamente. Es fundamental que estemos al tanto de nuestros ingresos y egresos, que gestionemos nuestro dinero acertadamente y que aprendamos a clasificar nuestros gastos con inteligencia financiera.

Aún hay nubes

La incertidumbre económica sigue, pero un buen impulso a la inversión podría hacer una gran diferencia. La economía de nuestro país sigue frágil, la volatilidad financiera se percibe en el aire y los conflictos económicos aún no ceden. La inversión está perdida, pero recuperarla podría ser un gran incentivo para impulsar el crecimiento económico de nuestro país, por lo que es elemental enfocarnos en el tema y resolver el conflicto de raíz.

Evitando sorpresas

Siempre hay innovación en el mundo financiero, por lo que podemos renovar nuestras estrategias, incorporar nuevas herramientas y crear un camino más estable hacia la libertad financiera. Podemos adoptar hábitos financieros sanos, eliminar aquello que ha dejado de ser funcional y encarrilarnos hacia una mejor calidad de vida. Cuando decidimos tomar las riendas de nuestras finanzas personales, el panorama comienza a aclararse y elegimos con inteligencia financiera.

Posición privilegiada

Todo depende de lo que suceda en los próximos meses y del rumbo que tome la economía mexicana. Estamos en vías de recuperar las finanzas perdidas, de reorganizar la infraestructura de nuestro país y de dar vuelo hacia un rumbo distinto. Ha habido cambios internos, las reglas del juego se han transformado y las finanzas de nuestro país siguen la tendencia.

Múltiples fuentes de ingresos

Cuando no logramos mantener control sobre nuestra vida financiera, infinidad de dilemas comienzan a aparecer. Cuando nuestros objetivos financieros están estancados y no conseguimos dar pasos hacia la independencia económica, nos sentimos ahogados en un vaso de agua, dejamos de pensar con claridad y nuestras metas financieras se ven truncadas por errores que podrían costarnos caro.

Efectos catastróficos

Vivimos en una realidad distinta, nuestra economía no está en su mejor momento y millones de familias mexicanas pasan por una situación económica sumamente compleja. Las cuentas no salen, la pobreza sigue invadiendo nuestro territorio e infinidad de cabezas de familia no logran concretar sus fuentes de ingresos. La crisis del empleo se mantiene presente, la pobreza laboral triunfa y las finanzas mexicanas se perciben devastadas.

Distintas alternativas

El ahorro es parte de la vida y surge en situaciones muy diversas. Ahorrar implica reservar un monto específico para un fin establecido. Ahorrar tiene que ver con mentalizarnos a alcanzar una mejor calidad de vida y a mejorar nuestra salud financiera, pero requiere de tiempo y esfuerzo. Ahorrar tiene que ver con pensar que pequeños sacrificios cotidianos se verán traducidos en grandes beneficios a futuro, pero debemos pensar a corto, mediano y largo plazo y establecer objetivos financieros claros y concretos.

Recogiendo las piezas

La jugada cambia constantemente y perdemos credibilidad. Las finanzas de nuestro país parecen ir por mejores vías, pero la realidad es que seguimos estancados, el crecimiento económico no ha sido significativo y nos enfrentamos a retos cotidianamente. La debilidad financiera nos acompaña, nuestro grado de inversión está perdido y recuperarnos de la gran caída económica no será fácil.

Mejores decisiones

Una buena educación financiera nos permite analizar nuestro entorno con certeza, elegir adecuadamente y planificar a futuro. Contar con buenas estrategias financieras nos acerca a una mejor calidad de vida, pues nos permite discernir aquello que nos funciona de aquello que no nos es de utilidad. Planificar a futuro nos guía por un camino más recto hacia la libertad financiera y evita que nos desviemos.