Parte de un todo
Todos hemos pasado por una mala racha financiera y hemos tenido un desequilibrio en nuestras finanzas personales. La mayor parte de la gente ha sentido que sus finanzas personales se salen de control, que los problemas económicos los rebasan y que el estrés financiero está en su máximo resplandor. No todos cuentan con una sólida educación financiera y muchos intentan parchar el conflicto sin entenderlo de raíz, pero las soluciones mágicas no existen y pocas veces conseguimos reparar un dilema financiero por encimita.
No hace falta mirar muy lejos para entender que los conflictos financieros existen. No necesitamos grandes conocimientos para saber que nuestra vida financiera puede sufrir un desbalance si no aprendemos a gestionar nuestro capital de manera adecuada. No es indispensable ser expertos en el universo financiero para saber que debemos gastar menos de lo que ganamos, evitar contraer deudas malas y aprender a ahorrar y a invertir para tener una mejor calidad de vida.
Para incrementar nuestra calidad de vida, gozar de una buena salud financiera y encaminarnos hacia el éxito económico, debemos voltear la mirada hacia nosotros mismos, entender nuestro mundo interno y conocer nuestras motivaciones más profundas. Es indispensable que tengamos un profundo conocimiento de nuestro ser, que establezcamos metas financieras concretas y que no nos dejemos llevar por las experiencias de otros.
Si buscamos alcanzar la independencia económica, debemos cambiar nuestra mentalidad, esforzarnos por aprender constantemente y adaptar nuestros conocimientos financieros a nuestro estilo de vida. Debemos alejarnos de aquello que nos llene de energía negativa y unirnos a quienes piensan de manera similar y tienen una vida financiera parecida a la nuestra.
Si queremos incrementar nuestra calidad de vida y gozar de salud financiera, necesitamos mejorar nuestros hábitos financieros y sentirnos parte de una comunidad financiera que vaya acorde con nuestras metas y objetivos.