Comienza la segunda etapa crediticia

Comienza la segunda etapa crediticia

Comienza una segunda etapa de apoyos de las instituciones bancarias. Los programas de diferimiento de pagos de créditos están en marcha. Las personas que han sido impactadas económicamente por los efectos de la pandemia serán beneficiadas, pero los analistas expertos prevén dos posibles escenarios. 

Existen dos opciones para esta etapa de apoyo financiero. La primera se enfoca en quienes vuelvan a realizar pagos puntuales, mientras que la otra se dirige a quienes no logren cubrir con estos pagos por diversos motivos. De una u otra manera, quienes reciban apoyo deberán acudir a su entidad bancaria para pensar en una estructura que no afecte su historial crediticio. 

El panorama económico de nuestro país es complejo. La situación es complicada y las cosas no parecen mejorarse a corto y mediano plazo. La pandemia sigue haciendo de las suyas y las finanzas mexicanas están sumergidas en un espiral sin salida. Los conflictos económicos derivados de la pandemia están al por mayor. Los ciudadanos mexicanos que estén bajo una reestructura y en un programa de diferimiento de pagos tienen la opción de cambiarse de institución bancaria. Si este fuera el caso, el nuevo banco no tendría antecedentes de apoyos previos, por lo que la persona podría verse afectada por un problema de sobreendeudamiento.

El gobierno federal ha otorgado una gran cantidad de créditos y, de acuerdo con los especialistas, será difícil distinguir aquellos que pidieron diferir los pagos de aquellos que no lo hicieron. Será difícil saber cuáles cuentan con alguna dificultad financiera y cuáles no. Muchas entidades bancarias se encuentran entre la espada y la pared, pues se están dando cuenta de haber utilizado estrategias erróneas o incompletas. Muchos bancos comienzan a pensar que lo ideal hubiera sido poner claves al historial crediticio para identificar la situación de cada crédito. Ahora parece ser demasiado tarde. 

El panorama futuro pinta incierto y complejo. La situación financiera de nuestro país no parece mostrar señales de recuperación a corto y mediano plazo. Se avecina una intensa revisión de nuevas solicitudes de crédito y las instituciones bancarias se enfrentan a un gran desafío. Las familias mexicanas están inmersas en una encrucijada económica. ¿Qué sigue?