Desde un ángulo positivo
No siempre estamos conscientes de nuestras finanzas personales hasta que algo comienza a hacernos ruido y decidimos escuchar a nuestra voz interna. No siempre tenemos clara nuestra situación económica hasta que algo cambia en el exterior y comenzamos a tener una sensación de que nuestras finanzas personales no están del todo bajo nuestro control. No siempre ponemos atención al futuro hasta que la vida nos pone a prueba, comienzan a aparecer baches en el camino y los conflictos financieros salen a la luz.