Urgen acciones
El mercado laboral sufrió una gran caída y muchas familias mexicanas siguen paradas entre la espada y la pared. La salud económica de infinidad de habitantes de nuestro país está comprometida y el tiempo sigue corriendo. Las finanzas mexicanas no logran dar un brinco hacia la recuperación y aquellos que no viven en una situación de pobreza extrema dependen de sus ingresos regulares para subsistir.
Aunque pudiera parecer lo contrario, la crisis económica no se ha detenido y seguimos viendo las repercusiones día a día. No logramos poner freno a la contracción económica, el desempleo sigue disparado y, de acuerdo con los pronósticos del Banco Mundial, la caída de un punto en el Producto Interno Bruto (PIB) podría elevar el desempleo en nuestro país.
No logramos resolver la problemática económica de raíz y la vida y obra de millones de trabajadores mexicanos está en juego. La vida de infinidad de empresas pende de un hilo y cerrar implicaría grandes cambios para sus trabajadores, pues el camino hacia la recuperación de un salario perdido podría tomar años.
La pobreza laboral está presente, la pérdida de empleos no cede y un sinfín de familias mexicanas viven en una situación deplorable. El horizonte pinta turbio, el panorama se nubla y los efectos de la crisis económica permanecen. Los ingresos de infinidad de trabajadores mexicanos han desaparecido o han sufrido una reducción importante, dejando desamparadas a millones de familias de nuestro país.
Será difícil recuperar las grandes pérdidas económicas que ha dejado la pandemia, pues tendríamos que regresar el tiempo, analizar los hechos y reconstruir la historia. No será fácil impulsar el crecimiento económico de nuestro país, pues el clima financiero sigue vulnerable, la volatilidad económica aparece constantemente y una gran nube de humo nos cubre.
Es inminente que encontremos la salida de esta crisis económica con urgencia, que hallemos un equilibrio en el mercado laboral y que los trabajadores mexicanos encuentren un empleo formal antes de migrar a la informalidad. Es vital que recobremos fuerzas para mitigar los efectos económicos a largo plazo y que la recuperación sea homogénea, pero difícilmente tendremos un resultado positivo si no tomamos acción de inmediato.