Un plan eficaz
La economía global está en juego y la franca recuperación no ha conseguido infiltrarse en todos los países. Vamos viendo pequeños indicios de mejoría financiera, pero las pérdidas siguen al alza. La volatilidad económica se mantiene, distintas variantes del virus aparecen y muchos entran en una nueva ronda de confinamiento. Las finanzas mundiales no logran estabilizarse y nuestro país no se queda muy atrás, pero sabemos que la vacuna es elemental para salir de este gran embrollo económico y remediar los graves daños que ha dejado la pandemia.
La eficiencia de las vacunas es clave para recobrar fuerza, para hacer frente a la crisis económica global y para atacar el conflicto financiero de raíz. Tenemos claro que un buen suministro de vacunas es esencial para generar cambios sostenidos e implementar estrategias que nos ayuden a estabilizar la economía mundial a largo plazo.
Cada país hace uso de las herramientas que considera funcionales e implementa medidas que supone que lo harán salir de la crisis económica. Cada nación evalúa su situación financiera particular y busca su propio camino para controlar al pequeño virus, sabiendo que entre más control haya, mejor será su pronóstico económico a futuro. Aquellos que han logrado intervenir con eficacia, han gozado de mayores índices de libertad y un mejor desempeño económico, pero no todos han conseguido estabilizar sus finanzas y recuperar los niveles previos a la pandemia.
Muchos países se mantienen endeudados y siguen viviendo las repercusiones económicas de la pandemia a flor de piel, pues la crisis atacó sin previo aviso y pocos estaban preparados para hacer frente a una situación desconocida. Muchos territorios permanecen con poco crecimiento económico y no han logrado minimizar las graves cicatrices, pero parte de la solución radica en un plan de vacunación eficaz, el cual permitirá evitar nuevas consecuencias sanitarias y económicas.