Tras las variantes
Las restricciones el torno a las medidas sanitarias han ido dictando el camino de la economía mexicana, hemos estado atados al progreso de la pandemia y el pequeño virus ha conseguido dirigir las finanzas de nuestro país. Meses atrás fuimos atacados por una variante y ahora han surgido nuevas cepas que han perjudicado nuevamente a la economía mexicana.
La economía mexicana lleva meses de inestabilidad constante, subidas y bajadas que no paran y cifras que no logran frenarse. Percibimos un estado de debilidad financiera, los bolsillos de millones de familias mexicanas se vacían y la pobreza extrema se va poblando. La crisis del desempleo persiste, los niveles de pobreza incrementan y no tenemos claridad sobre el futuro financiero de nuestro país.
De pronto sentimos que la economía va corriendo por mejores vías, que el caos financiero se va resolviendo y que las cosas van tomando su lugar, pero el panorama nos sorprende, los efectos de la contracción económica inicial surgen y los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) muestran una realidad ajena.
La actividad económica de nuestro país sufrió una gran pausa y los efectos han sido más duraderos de lo que imaginamos. Las cifras parecen estar desestacionalizadas, pues los pronósticos no coinciden con lo que esperábamos en torno al crecimiento económico de nuestro país, pero las sorpresas aparecen y la economía mexicana sufre una leve caída momentánea.
Parecería que vamos transitando por un mejor camino, pero los contagios se disparan con las nuevas variantes y el crecimiento de la economía mexicana se detiene de nuevo. Suponemos que avanzamos en materia económica, pero el rebrote del virus podría modificar los patrones de consumo y causar nuevos embrollos financieros. Buscamos soluciones, pero no encontramos la salida, pues las medidas restrictivas están al día y las finanzas de nuestro país van tras ellas.