Toda crisis termina
Toda crisis es una oportunidad de ver el panorama tras una óptica distinta. Toda crisis nos permite aprender y adquirir una nueva visión de la vida. Toda crisis nos brinda herramientas para salir más fuertes y para repensar el terreno sobre el cual estamos parados. Toda crisis es compleja, pero toda crisis termina en algún momento, y aunque los efectos sean duraderos, saldremos fortalecidos y con nuevas estrategias por implementar.
La crisis económica derivada de la pandemia ha causado efectos inesperados. La crisis sanitaria desencadenó una crisis financiera monstruosa que ha logrado infiltrarse por cuanto terreno ha podido. Nuestro país ha pasado meses sumamente complejos, tanto a nivel económico como a nivel social. Los niveles de pobreza han aumentado considerablemente en los últimos meses y el golpe al empleo formal ha sido inexplicable.
Muchos trabajadores mexicanos se han visto en la difícil situación de ver una reducción importante en sus ingresos, mientras que otros se han enfrentado al gran reto de abandonar sus plazas laborales. Muchas familias mexicanas han resentido los efectos de la pandemia; algunas más que otras. Muchas familias mexicanas están intentando agarrarse de donde pueden para sobrevivir a esta gran catástrofe.
De acuerdo con nuestro primer mandatario, las últimas semanas han mostrado señales de esperanza en términos de empleo formal. Según el presidente de nuestro país, hemos comenzado una recuperación del empleo formal y, si las cifras continúan de esta manera, el empleo formal podría regresar a los niveles en los que se encontraba antes de la pandemia en tan solo unos meses.
Aún hay estrategias por implementar, aún hay un plan de acción que debemos seguir, aún no es tiempo de saltar de emoción, pero al menos comenzamos a ver señales de luz que nos indican que vamos por buen camino. La recuperación económica llegará, sí o sí. La recuperación del empleo aparecerá, aunque no tenemos claro el ritmo. Toda crisis comienza y termina en algún momento.