Tiempos turbulentos
Hay distintos indicadores, predicciones variadas y altos niveles de incertidumbre respecto a la economía mexicana. No tenemos claridad sobre lo que nos espera en las próximas semanas, sobre cómo será el cierre del año y sobre lo que veremos en los próximos días. La recuperación económica de nuestro país no ha sido fácil y ni se diga el crecimiento de las finanzas mexicanas, pero de una u otra manera tendremos que dar por terminado el año en curso y encontrar estrategias para iniciar el siguiente con el pie derecho.
No podemos deslindarnos de la relación que tenemos con nuestro vecino del norte y no podemos desechar el recorrido que llevamos en materia económica, pero tampoco podemos esperar que el futuro económico de nuestro país cambie de la noche a la mañana.
Nuestras expectativas de crecimiento económico están atadas a distintos factores que no podemos desechar, pero tampoco podemos esperar de brazos cruzados, pues las finanzas de nuestro país podrían sufrir una nueva debacle.
Nos esperan tiempos complejos, una nueva recaída económica está en la mira y podríamos iniciar el siguiente año arrastrando los errores que no hemos logrado resolver. No tenemos claro como será en principio del año entrante, pero hay altas posibilidades de que no sea fácil y que el recorrido esté lleno de baches.
La actividad económica de nuestro país sigue sufriendo altibajos constantes, el retroceso es innegable en algunos sectores y la desaceleración financiera es evidente. Hemos percibido diversas caídas y un panorama poco certero. Hemos resistido a una gran crisis económica, pero la volatilidad financiera sigue presente y la fragilidad de las finanzas mexicanas es cada vez mayor.
El desgaste económico ha sido constante, pues la economía mexicana se precipitó a una reapertura temprana provocando una aceleración de la demanda interna. El escenario financiero es poco sólido, el proceso de vacunación está en marcha, pero la falta de eficiencia se hace notar. Nos esperan tiempos turbulentos. Ya sabremos.