Se desgasta la economía
Hay un gran desgaste económico en el ambiente y numerosos riesgos en el aire. Las finanzas de nuestro país han perdido estabilidad, los niveles de inseguridad están desatados y ni hablemos de los índices de pobreza y pobreza extrema. La difícil situación económica que nos invade está lejos de resolverse, pues el gobierno federal no parece estar tomando responsabilidad sobre los hechos y no acepta los graves fracasos que ha cometido.
La pobreza y la pobreza extrema han ido creciendo y han llegado a puntos desproporcionados. Los programas sociales no han sido suficientes para satisfacer las necesidades de millones de familias mexicanas y el horizonte es poco claro a corto plazo. La economía mexicana está sumamente debilitada, no tenemos hacia donde movernos, pero tenemos claro que el precipicio está cerca y si no actuamos, podemos caer.
El gobierno federal no parece estar tomando cartas en la difícil situación económica por la que estamos pasando, las decisiones de nuestro primer mandatario no han sido las más adecuadas y la crisis laboral se mantiene. Con más y mejores empleos, la vida de infinidad de mexicanos sería mejor, pero no parecemos ir por ese camino y el tiempo se va agotando.
No hay nuevas oportunidades en el horizonte, las políticas internas no sufren grandes modificaciones y la economía mexicana permanece estancada. No ha habido un crecimiento económico significativo en meses, el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de nuestro país no ha sido estable y vamos en declive.
Buscamos erradicar la pobreza y la pobreza extrema, pero no tenemos armas para combatir la batalla y el enfoque de nuestro gobierno no parece ser el más acertado. El gobierno de nuestro país no ha conseguido analizar el panorama con ojos realistas y día a día la situación económica se complica, el panorama se nubla y los conflictos internos son más graves.