Restaurantes en alerta
Un nuevo semáforo rojo nos ha invadido de nuevo y muchas actividades no esenciales se vieron obligadas a cancelarse. Un nuevo confinamiento llegó a nuestras vidas y muchas micro, pequeñas, medianas y grandes empresas tuvieron que bajar sus cortinas. Una nueva ola de medidas restrictivas apareció ante nuestros ojos y muchos micronegocios comenzaron a temblar.
La realidad mexicana por la que estamos pasando es compleja y cada día aparecen más piedras en el camino. La industria restaurantera ha tenido grandes pérdidas y pide a gritos ser considerada como una actividad esencial. La economía mexicana está devastada y la industria restaurantera no está logrando aportar su granito de arena. El empleo de muchos trabajadores de este sector está en juego, pues el servicio a domicilio no ha sido del todo suficiente.
La pandemia del Covid-19 ha tenido un impacto negativo sobre el mercado laboral y distintos sectores se han visto afectados. Es evidente que la industria restaurantera ha vivido grandes consecuencias a nivel global y nuestro país no se ha logrado salvar.
El desempleo ha invadido la vida de muchos trabajadores mexicanos, quienes no cuentan con los suficientes recursos para subsistir. Millones de familias mexicanas tiemblan y nuestro gobierno no parece escuchar sus voces. La industria restaurantera pide auxilio a gritos y el gobierno federal parece tener oídos sordos.
Las finanzas de nuestro país están pasando por uno de los momentos más conflictivos de la historia, llevándose de corbata el empleo de millones de mexicanos. Las cadenas productivas no están funcionando adecuadamente, pues con la idea de mitigar los efectos sanitarios de la pandemia, el empleo de millones de productores, campesinos y distribuidores pende de un hilo.
El panorama aún no es claro y no tenemos certeza de lo que sucederá en las próximas semanas. Pero la vida y el empleo de muchos mexicanos está en juego y debemos considerar resolver el problema de raíz.