Prioridades peculiares
La pandemia acentuó una tragedia económica que ya se venía tejiendo tiempo atrás. El Covid-19 marcó un momento histórico y una debacle financiera que no se había presentado en décadas. La historia reciente de nuestro país vivió grandes cambios en materia económica y no logramos recuperar las enormes pérdidas suscitadas como consecuencia de la crisis sanitaria.
La inversión privada se hundió en los primeros meses del año pasado y seguimos viviendo las consecuencias. Percibimos un clima de incertidumbre financiera y la volatilidad sigue rondando. El gobierno federal tiene prioridades peculiares y no ha conseguido implementar las estrategias adecuadas que nos permitan salir de este terrible episodio. La pandemia del Covid-19 tuvo un impacto importante sobre la inversión privada, seguida de un marcado retroceso.
La economía mexicana está en juego, las finanzas no logran avanzar y las caídas siguen haciéndose presentes. La debilidad financiera es cada vez más evidente y no hemos logrado impulsar el crecimiento económico de manera acertada. La actividad económica global fue altamente afectada por la pandemia, pero México fue de los países más caóticos, pues el manejo no fue el óptimo y la pobre evolución de la inversión privada dejó mucho que desear.
La economía mexicana sigue pasando por un momento complejo y nuestro gobierno está buscando soluciones en lugares poco óptimos. Nos estamos enfocando en remedios equivocados, intentando impulsar el crecimiento económico de nuestro país sin tomar en cuenta la inversión.
Sabemos que la inversión, tanto pública como privada, es un motor de crecimiento importante, pero el gobierno federal no parece estar tomando las cosas con seriedad. Los días pasan y no encontramos soluciones adecuadas. Las decisiones de nuestro gobierno no han sido acertadas y han acentuado los riesgos. La falta de apoyo gubernamental es evidente y se está llevando de corbata elementos importantes para reestablecer las finanzas mexicanas.