Paso a paso
La economía de nuestro país no está pasando por su mejor momento, la vulnerabilidad está en el aire y muchas familias mexicanas están atadas a un estilo de vida poco óptimo. El gobierno federal parece ver una realidad única y busca apoyar a los hogares mexicanos más pobres haciendo uso de los impuestos de los que tienen mayores posibilidades de pago.
La inflación ha ido incrementando y ha tenido un impacto significativo sobre diversos productos. Los gastos han ido en aumento, el nivel de vida es mucho más complejo y la crisis del desempleo sigue presente. Muchas familias mexicanas tienen dificultades para obtener la canasta básica y los índices de pobreza siguen siendo parte de la realidad de nuestra nación.
El gobierno federal pretender subsidiar gastos para mitigar los riesgos económicos derivados de la crisis sanitaria, pero la manera en que lo está haciendo no parece ser la más adecuada. Hacer uso de los recursos de quienes gozan de una mejor situación económica no es la mejor idea, pues no es una medida que podrá sostenerse a través del tiempo.
La pobreza permanece en nuestro país y el apoyo gubernamental aparece, pero esta estrategia de subsidio tendrá que terminar, sí o sí, pues no hay recursos suficientes y no hay dinero que alcance para brindar ayuda eterna.
La situación económica de nuestro país aún es frágil y las estrategias gubernamentales ayudan, pero no son suficientes. La vida y obra de infinidad de familias mexicanas pende de un hilo, la falta de empleo está generando grandes embrollos dentro de los hogares mexicanos y muchas familias, tanto de zonas urbanas como de zonas rurales, tienen conflictos económicos severos.
Las finanzas mexicanas aún no se recuperan y, aunque las cifras apunten hacia un mejor escenario, tenemos un largo y tedioso camino por delante y la única alternativa es ir paso a paso.