Nuevos agujeros por tapar
La situación económica de nuestro país no está en su mejor momento, las pérdidas han sido monstruosas y el presupuesto que teníamos se fue agotando poco a poco. La crisis económica persiste, los cambios no han sido significativos y los programas de apoyo no han corrido con suerte. La pobreza extrema incrementa, los números siguen en rojo y el mal manejo del guardadito ocasionó graves lesiones en la economía nacional.
Intentamos remediar los daños, parchar los errores y dirigirnos hacia un futuro económico más certero. Pretendemos que la igualdad se va estableciendo en nuestro país, pero las cicatrices financieras de la pandemia persisten, el tiempo sigue avanzando y no logramos poner freno a este gran caos económico.
Disponemos de nuevos recursos, pero no tenemos claro el camino. Vivimos al día y la situación económica nos va ganando. Estamos atados a las decisiones del gobierno estadounidense y de la rapidez con la que se recupere la economía norteamericana, pero día a día tropezamos y encontramos nuevos agujeros por tapar.
Las condiciones laborales son pobreza, la crisis del desempleo sigue en su máximo auge y, a pesar de que muchos aseveran que lo peor de la pandemia ha pasado, seguimos en números rojos. Las cifras no parecen coincidir con la realidad, la visión del gobierno federal es alterna y cada día que pasa nos encontramos con nuevas fallas por resarcir.
Los daños económicos permanecen, el riesgo financiero está en el aire y la crisis sanitaria está instalada en nuestro territorio. Las nuevas variantes del virus están al día, la crisis educativa no cede y la economía nacional parece ir camino a la ruina.
Aprendemos sin aprender, repetimos patrones y la economía mexicana permanece estancada. Queremos avanzar, estimular el crecimiento económico de nuestro país y vivir con cierto grado de incertidumbre, pero los daños a la economía mexicana han sido monumentales y tenemos profundos agujeros por tapar.