Más riesgos de lo que imaginamos
La economía de nuestro país sube y baja, el crecimiento no es estable y no conseguimos sostener los recursos con los que contamos. Intentamos implementar estrategias para incentivar la inversión y encaminarnos hacia la recuperación de las finanzas perdidas, pero la pandemia va ganando, la crisis laboral persiste y la crisis sanitaria vive estancada en nuestro país. Los números sufren fluctuaciones, pero el caos económico no se resuelve y cada vez que intentamos escalar la montaña, nos topamos con nuevos conflictos financieros.
La catástrofe económica se mantiene presente en nuestro territorio y no logramos remediar los profundos daños que ha causado la pandemia del Covid-19. Tenemos claro que la inversión es elemental para comenzar a caminar hacia la recuperación de la economía nacional y sabemos que recobrar la confianza de los inversionistas nacionales y extranjeros es clave, pero no logramos concretar el camino y las finanzas mexicanas se van desvaneciendo.
Vamos formando una bola de nieve e intentando subir la montaña, pero cada escalón que subimos representa un gran riesgo y no tenemos estabilidad. Intentamos empujar la bola de nieve, pero se va derritiendo conforme pasan los días y parece ir rondando en sentido contrario. Lo poco o mucho que hemos logrado en materia económica va desapareciendo, pues los baches son constantes y no tenemos las herramientas adecuadas para hacer frente a la crisis financiera.
Vivimos en un escenario económico sumamente incierto y el tiempo nos va ganando. Intentamos avanzar hacia un mejor futuro financiero, pero las estrategias son inadecuadas. El gobierno federal busca la manera de incentivar la inversión a través de nuevas reformas, pero las decisiones erróneas nos están impulsando por un camino desconocido.
La debilidad financiera que nos rodea es monstruosa y si no hacemos algo en breve, las finanzas de nuestro país podrían correr con mayores riesgos de lo que imaginamos.