Más conflictos que beneficios

Más conflictos que beneficios

La contrarreforma a la Ley de la Industria Energética fue aprobada recientemente y ya estamos comenzando a percibir estragos financieros en el ambiente. Han pasado pocos días y la tensión ya ronda por los aires de nuestro país, las pérdidas económicas comienzan a ser una realidad y una nueva debacle está en la mira. Los inversionistas están a la espera y los pronósticos no parecen ser muy positivos. México está enfrentando un nuevo reto y la crisis continúa. 

Nuestro país ha sufrido una variedad de cambios en el último tiempo y la realidad no deja de sorprendernos. Días pasan y el panorama económico se complica más y más. El tiempo sigue corriendo y la economía mexicana sigue devastada, pues frecuentemente se suman factores externos que consiguen poner un nuevo freno a las finanzas de nuestro país.

El clima de inversión no es del todo alentador para nuestro país y estamos al borde de perder nuestro grado de inversión. El ambiente se percibe sumamente incierto, no tenemos certeza en términos de la seguridad de las inversiones y las calificadoras están a un brinquito de disminuir la calificación de la deuda de nuestro país. 

No hay fundamentos concretos que nos indiquen que la economía mexicana está en territorio firme y que la seguridad de las finanzas internas está en nuestras manos. No hay un clima certero en términos de inversiones y el escenario es complejo en términos financieros. Estamos a punto de acercarnos a nuevas pérdidas financieras y de una nueva catástrofe interna, pues las cosas no terminan por acomodarse y cada día que pasa se suman elementos que parecen poner en riesgo la economía de nuestro país. 

Lo que sabemos con certeza es que las inversiones son un motor muy potente para nuestro país y que necesitamos recuperar la confianza de los inversionistas para impulsar el crecimiento económico. Lo que sabemos es que aún estamos parados sobre aguas tenebrosas y que la crisis financiera se hace cada vez más evidente. Lo que sabemos es que una nueva ley podría tumbar el teatro y causar más conflictos que beneficios.