Las aguas son turbias

Las aguas son turbias

El turismo está en pausa y este año podría ser aún peor. El sector turístico sufrió una gran caída y las pérdidas siguen apareciendo sin cesar. El sector turístico sufrió una sacudida monumental y los pronósticos de recuperación para este año no son muy alentadores, pues mucho depende de las medidas restrictivas de los distintos países y del lento proceso de vacunación que enfrentamos dentro de nuestro territorio.

Las cosas no son del todo como parecen y el impacto de la pandemia ha llegado mucho más lejos de lo esperado. El turismo, tanto nacional como internacional está viviendo una etapa sumamente compleja, las pérdidas siguen en pie y la recuperación no irá al ritmo imaginado. El colapso no para y vamos en picada, las repercusiones turísticas de la pandemia están presentes y las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) apuntan hacia meses difíciles. 

Estamos viviendo un derrumbe histórico en términos turísticos y no vemos pies ni cabeza a esta compleja situación. Una parte importante de la economía de nuestro país depende del turismo, por lo que esta pausa puede agravar el escenario mucho más de lo esperado. Las restricciones de los distintos países están al alza, pues todos buscan contener los devastadores efectos del Covid-19. 

Muchos analistas coinciden en que la reactivación del sector turístico dependerá, en gran medida, de la velocidad en la que logremos inmunizar a la población mexicana, mientras tanto, los estragos económicos de la pandemia siguen presentes y van al alza. La vacuna contra el Covid-19 no hará magia, pero sí conseguirá reactivar al turismo con mayor fuerza y velocidad. Desgraciadamente la situación que nos rodea nos es óptima, por lo que esta reapertura al turismo tomará más tiempo de lo que pensamos. 

La economía mexicana sigue en juego y se van añadiendo nuevos elementos conforme pasan los días. El panorama se complica, el turismo no mejora y las perspectivas respecto a la recuperación no generan grandes esperanzas. La crisis sanitaria sigue presente, algunas fronteras siguen cerradas y el desplome económico y turístico sigue siendo una realidad. El ingreso de turistas internacionales sufrió grandes pérdidas y muchos trabajadores del sector viven las repercusiones a flor de piel. 

El crecimiento será lento y tedioso, el proceso de reapertura no será el esperado y la industria turística tendrá que invertir en tecnologías innovadoras y medidas sanitarias drásticas para que el proceso sea más fluido. Ya veremos lo que sucede en los próximos meses, mientras tanto, las aguas son turbias.