La crisis del desempleo sigue dando lata
Las personas económicamente activas representan un porcentaje promedio dentro de nuestro país, pero no todas cuentan con un empleo formal. La informalidad sigue ganando la batalla, no se han recuperado las grandes pérdidas laborales provocadas por la pandemia y la crisis del mercado laboral sigue presente. La recuperación del empleo ha tomado tiempo, su ritmo es lento y faltan años luz para regresar a los niveles que teníamos previos a la pandemia.
Las cosas se van complicando en materia financiera, la desigualdad laboral reina en nuestro país y la falta de confiabilidad numérica nos hace dudar constantemente. Los trabajadores afiliados a sistemas de seguridad social que gozan de prestaciones son considerados parte de las cifras del empleo formal, pero un alto porcentaje de la población económicamente activa labora sin registro ni reglas.
Nuestro primer mandatario parece tener una visión optimista, pues asegura que el empleo formal va al alza y que se han recuperado prácticamente todas las plazas laborales que se perdieron con la pandemia. Nuestro gobierno ha intentado implementar reglas claras y estrategias concretas para combatir la crisis del desempleo y generar igualdad dentro de los mexicanos, pero las cosas no han sido tan sencillas.
Alcanzar el nivel que teníamos antes de la llegada de la pandemia no será fácil, recuperar la totalidad del mercado laboral será complejo y avanzar al ritmo que deseamos podría generar grandes líos para la economía mexicana.
El empleo formal se va recuperando poco a poco, pero los datos que ofrece el gobierno federal y las instituciones que se encargan de analizar el escenario no coinciden con la realidad que vivimos día a día. Los números apuntan hacia una franca recuperación y aseveran que el empleo formal está a punto de regresar a la normalidad, pero el panorama que percibimos es distinto, pues no se han creado suficientes plazas laborales nuevas.
La recuperación del mercado laboral está lejos aún y aquellos empleos que han ganado la batalla no operan bajo las mejores condiciones. La informalidad sigue a la vanguardia y la crisis del desempleo sigue dando lata.