Incertidumbre en el ambiente
El clima de inversión que se respira en nuestro país es incierto y no tenemos claros los pasos que pretende dar el gobierno federal. Día a día la situación económica cambia, los mercados financieros se disparan o caen y la incertidumbre es lo único que conocemos. La crisis económica que nos invade es tremenda y no parece tener pies ni cabeza. Las decisiones gubernamentales nos están encaminando a una encrucijada y los empresarios e inversionistas están en pausa.
Nuestro país no puede crecer económicamente si el terreno sigue inestable, si la incertidumbre sigue a la vanguardia y si no logramos resolver la problemática de la inversión. El crecimiento financiero de nuestro país depende de las decisiones que tome el gobierno federal, de lo que logremos adquirir de las decisiones de nuestro vecino del norte y de la manera en que manejemos las inversiones.
Por ahora, seguimos fuera del radar de inversión y no logramos reingresar. Hemos perdido la confianza de los inversionistas nacionales y extranjeros. Vivimos circunstancias financieramente complejas y el panorama a corto plazo no se visualiza muy distinto. Los pronósticos de recuperación económica no son muy certeros y el camino sigue siendo lento, tedioso y más complejo de lo inicialmente previsto.
Las modificaciones planteadas por nuestro primer mandatario en términos de materia energética han tenido un impacto significativo sobre las finanzas de nuestro país y muchos empresarios están intentando frenar la situación y combatir los efectos. Pocos empresarios están de acuerdo con los cambios planteados y con las iniciativas proyectadas, pues coinciden en que hay mucha inversión retrasada en infraestructura y aún no se cumple con lo prometido.
El escenario económico de nuestro país es complejo y día a día se van uniendo elementos que nublan más el panorama. La situación financiera no es óptima y estamos retrocediendo décadas. La reforma a la Ley de Hidrocarburos podría traer graves consecuencias a nuestra nación y encaminarnos hacia una nueva crisis económica.
En fin. Seguimos inmersos en un laberinto sin salida, el clima económico es incierto y las circunstancias no ayudan.