Habrá cambios
Las cosas podrían regresar a la normalidad, pero nunca serán como antes. La situación económica de nuestro país podría comenzar a tomar forma, pero la recuperación no será completa. La crisis sanitaria podría terminar en algún momento, pero las secuelas permanecerán eternamente. La crisis del desempleo podría acomodarse y la pobreza extrema podría disminuir sus niveles, pero las cosas no regresarán a lo que eran y tendremos que adaptarnos a la nueva normalidad.
El tiempo seguirá corriendo y el semáforo cambiará de color. El tiempo seguirá avanzando y muchas actividades comenzarán a reactivarse. El tiempo seguirá caminando, pero la recesión económica no cederá tan fácilmente y el mundo entero seguirá en un aprieto financiero importante.
La crisis económica derivada de la pandemia ha dejado cicatrices eternas en la vida de millones de mexicanos y será difícil revertir la situación. Las circunstancias podrían ir mejorando poco a poco, pero una nueva normalidad nos invade y será difícil olvidar este episodio tan complejo que hemos vivido.
La crisis económica por la que estamos pasando ha sido única, pues muchos han sido altamente afectados, mientras que algunos otros han salido beneficiados. Muchos micronegocios han quebrado y algunos otros han logrado incorporar estrategias para crecer. Muchas grandes empresas han suspendido sus actividades de manera permanente, mientras que otras han conseguido hacer frente a esta gran catástrofe.
El escenario a corto plazo es incierto y aún no sabemos si estamos preparados para enfrentar los cambios que vengan. El panorama aún no es claro y no sabemos lo que nos espera. Lo que suponemos es que la economía global no tomará forma tan rápidamente y las cicatrices sobre las finanzas mexicanas no serán sanadas tan fácilmente.
Habrá retos y cambios, sí o sí, y todo depende de la manera en que tomemos estos desafíos y de lo que hagamos con los grandes aprendizajes que nos ha dejado la pandemia.