El viento sigue soplando
La reactivación del mercado laboral está en pie, el proceso se va acelerando y poco a poco va recobrando fuerza. Las condiciones no son óptimas, pero vamos avanzando y el empleo formal comienza a salir a la luz. La informalidad sigue ganando terreno y cada sector laboral se ha ido recuperando a su propio ritmo, pero la desigualdad comienza a quedar atrás y logramos percibir destellos de una franca recuperación económica en el horizonte.
Avanzamos hacia una economía más estable y a un futuro laboral más certero, pero cada sector se ha ido reactivando a tiempos distintos y los distintos grupos de edad van caminando bajo sus propios parámetros. La fragilidad sigue invadiendo el terreno laboral, los distintos grupos de edad enfrentan retos y la equidad no ha logrado concretarse.
El empleo fue altamente afectado por la pandemia, millones de trabajadores se vieron obligados a dejar sus puestos y la población infantil y juvenil se vio en la necesidad de trabajar para apoyar a sus familias. La crisis económica atacó a nivel global y la recuperación no ha sido fácil, pero al fin vamos trazando el camino hacia la salida y estabilizando las aguas del empleo.
La crisis económica causó grandes estragos dentro de nuestro país, las escuelas cerraron y muchos integrantes de la población infantil y juvenil se vieron en la necesidad de conseguir empleos para subsistir. Las medidas restrictivas provocaron un confinamiento que tuvo grandes repercusiones sobre la economía mexicana y meses después, seguimos percibiendo un clima financiero incierto.
Tenemos grandes retos en la mira y una crisis laboral que avanza, pero no se resuelve. Percibimos un entorno más seguro en materia económica y vamos dando pasos hacia la recuperación, pero las repercusiones de la pandemia persisten, pero el viento sigue soplando y debemos permanecer alertas para no dejarnos caer.