El tiempo es oro y vamos perdiendo
La inflación creció y la actividad económica de nuestro país no logra incrementar. Las finanzas mexicanas siguen viviendo las repercusiones de la pandemia y el panorama no parece mejorar a corto plazo. El crecimiento económico de nuestro país está lejos de ser una realidad y seguimos encontrando trabas en el camino, baches al por mayor y desafíos que no conseguimos superar.
Las finanzas mexicanas siguen debilitadas y no logramos estabilizar el escenario. Las pérdidas siguen, el mercado laboral registra un ligero incremento, pero las condiciones no son las mejores. La nueva normalidad aún no termina por asentarse y surgen nuevos retos día a día. La economía de nuestro país está inmersa en un tremendo embrollo y no conseguimos estrategias contundentes para enderezar la situación.
La actividad económica de nuestro país se mantiene estancada y las proyecciones a futuro no se ven muy distintas. El panorama financiero no mejora, el desempleo sigue, los bajos salarios se mantienen y los pocos ingresos forman parte de un alto porcentaje de los trabajadores mexicanos. La situación de pobreza que invade a nuestro país no parece tener solución a corto plazo y tenemos el tiempo encima.
Crecemos económicamente y luego nos estancamos. Vamos en declive y de pronto la situación financiera parece estabilizarse. Estamos inmersos en una gran maraña económica que no tiene pies ni cabeza y no encontramos el hilo adecuado para desenredar esta compleja situación. Las circunstancias no ayudan, las decisiones gubernamentales no van por el mejor camino y el cambio de tácticas aún está lejos de nuestra realidad. La influencia económica de nuestro vecino del norte no termina por concretarse y el tiempo nos va ganando.
El crecimiento económico no será sencillo, pues vamos pasos para adelante y brincos para atrás. Nuestra economía sigue débil y se mantiene estancada. No contamos con estrategias certeras para impulsar a la economía mexicana y no recuperamos la confianza de los inversionistas nacionales y extranjeros. No logramos incentivar la inversión y formar parte del radar nuevamente. El tiempo es oro y estamos perdiendo el camino.