El panorama se complica
El año comienza y la economía mexicana aún no logra recobrar lo perdido. El año inicia y las finanzas de nuestro país siguen debilitadas. El año arranca y aún no conseguimos definir el rumbo adecuado y caminar sobre esas vías.
Los días pasan y el nuevo confinamiento comienza a tener repercusiones sobre las finanzas de nuestro país. El tiempo corre y la economía mexicana no logra reestablecerse. El mercado laboral sigue en la ruina y el turismo cae de nuevo con la implementación de las nuevas medidas restrictivas de hace unas cuantas semanas.
Aún hay riesgos para la economía de nuestro país y apenas llevamos unos cuantos días de haber iniciado una nueva etapa de esperanza. Muchos especialistas coinciden en que las expectativas de desempeño económico no son del todo positivas para este nuevo año y que no contamos con elementos para mejorar el pronóstico de rebote del PIB mexicano. Hay muchos factores en juego y las perspectivas no son muy claras. Todo depende del impacto que tenga la nueva suspensión de actividades y de la ola de contagios por venir.
La situación se complica cada vez más y nuestra economía no consigue estabilizarse. Muchas micro, pequeñas, medianas y grandes empresas están en riesgo de desaparecer y no logramos implementar medidas para evitarlo. El mercado laboral se está viendo dramáticamente afectado y no logramos detener el tiempo y poner fin a esta difícil situación.
El confinamiento implementado hace unas cuantas semanas ya ha dejado repercusiones, pues muchos trabajadores mexicanos recibirán menos ingresos. Nuestro gobierno no parece estar tomando las cosas con la seriedad que merecen y han perdido de vista que necesitan impartir apoyos fiscales para mantener el empleo y evitar un mayor deterioro en el sector laboral.
El escenario es complejo y aún no hay estrategias para enderezar la situación. Muchas empresas están en riego de quiebre y aún no se han implementado medidas que eviten esta gran caída. Muchos negocios están en peligro y la población mexicana permanece en incertidumbre. Si buscamos que las perspectivas mejoren, los planes deberán cambiar, sí o sí. Ya veremos.