Difícil de descifrar
Vivimos en un escenario lleno de mentiras y verdades ocultas. La economía mexicana no es tan estable como parece y hay varios rincones que no conocemos. Nuestra visión en materia financiera no es del todo certera y hay una gran desconfianza en el aire, pues, aunque pretendamos que tenemos todo bajo control, hay un déficit fiscal importante que no estamos queriendo ver.
El gobierno federal parece negar una realidad inminente y la situación económica de nuestro país está en juego. Podemos endeudarnos más de lo que imaginamos si no ponemos un alto y decidimos ver la realidad de las finanzas mexicanas tal cual es. Seguramente la deuda irá creciendo, pues, para poder hacer un balance entre ingresos y gastos y tener la posibilidad de pagar programas y obligaciones gubernamentales, no tendremos otro remedio.
La reforma fiscal está a la vuelta de la esquina y las complicaciones económicas ya están en la mira. El sector público no cuenta con los recursos suficientes para cubrir con las necesidades de la población mexicana y el gobierno federal no tiene estrategias para recaudar más fondos, hacer ajustes internos e impulsar el crecimiento económico de nuestro país.
El tiempo pasa y el escenario se va complicando. Los días corren y los mexicanos no entendemos las estrategias que planea implementar el gobierno federal. No hay claridad sobre el camino que estamos recorriendo y no conseguimos descifrar la reforma fiscal que se avecina.
La recaudación ha aumentado y no hay coherencia en la manera en que operan los impuestos en nuestro país. Es difícil descifrar lo que buscamos e imposible implementar estrategias para acercarnos hacia algo desconocido. La economía mexicana está en juego, los pronósticos no son claros y no encontramos la manera de disminuir el déficit fiscal.
Las finanzas de nuestro país penden de un hilo, la reforma fiscal se avecina y no tenemos hacia dónde caminar, pues la deuda sigue creciendo, no logramos descifrar el código y estamos entre la espada y la pared.