Desaceleración extendida: advertencias para el 2022
Recientemente, el Instituto de Estadística y Geografía (INEGI) anunció el proceso de desaceleración de la economía que viva el país, dato que resulta sorpresivo por haberse estado gestando desde meses atrás. El diagnóstico parte del análisis de la actividad económica registrada en octubre y noviembre. En estos meses, la tasa de crecimiento anual fue tan solo de 1.2 por ciento. Con estos datos y prediciendo que esta misma tasa de crecimiento se mantenga para el mes de diciembre, se podrá hablar de que el crecimiento anual del PIB en 2021 habrá sido de una tasa anual promedio de 5.7 por ciento. Sin embargo, ha habido contrastes importantes en esta tasa a lo largo del año.
Mientras que en el segundo trimestre el rebote fue de casi 20 por ciento, en el tercero ya se observó una desaceleración al llegar a 4.7 por ciento y en los últimos tres meses del año el crecimiento habría sido mucho más limitado, de apenas 1.2 por ciento.
Recientemente, la secretaría de Hacienda anticipó en el Paquete Económico para 2022 que, en este próximo año, el crecimiento promedio esperado será superior a 4%. Sin embargo, antre el panorama actual, esta meta se ve complicada. La variante Ómicron parece estar generando problemas para la deseable reactivación económica, ya que parece impedir la movilidad internacionl y frenar las cadenas de producción.
El diagnóstico para este año también se diferencia entre sectores. Es probable que los estados industrales del norte vean algún tipo de impulso por la economía estadounidense y su plan de inyección de capital, ein embargo, la crisis es de talla global, por lo que no hay un panorama demasiado amable. Por su parte, el sector turístico está en proceso de recuperación, pero esta dependerá de cómo se desarrolle el escenario de la pandemia en los próximos meses.
La desaceleración de la economía mexicana es ya un hecho que se prevé para el año en curso. Lo mejor que podemos hacer es prevenir y esperar lo mejor.