Daños irreversibles
La iniciativa de contrarreforma eléctrica parece ser un peligro para nuestro país, especialmente en términos económicos. Los cambios a la ley podrían causar graves daños internos, tanto en el presente como a futuro. Esta nueva modificación podría provocar disturbios importantes en nuestra nación, pues no hemos conseguido cumplir con lo pactado y la confianza en las inversiones podría verse dramáticamente afectada.
Muchas cosas están en juego y nuestro país está perdiendo la confianza de los inversionistas. La nueva iniciativa de contrarreforma eléctrica podría causar grandes daños que no estamos logrando visualizar. El futuro de nuestra nación está en juego y no hemos logrado cumplir con los compromisos ni del T-MEC ni del Acuerdo Global establecido con la Unión Europea.
La reforma a la Ley de la Industria Eléctrica (LIE) representa un retroceso histórico importante que podría dejar cicatrices permanentes en la economía mexicana. Esta nueva reforma llena de incertidumbre a los inversionistas daña la imagen de nuestro país y cambia las prioridades actuales. La nueva reforma de ley pone en segundo plano la crisis económica impulsada por la pandemia y deja atrás el gran reto de contener al Covid-19. Los problemas se van sumando y los inversionistas, tanto nacionales y extranjeros, comienzan a huir.
No estamos cumpliendo con lo pactado y la imagen de México va cayendo. No tenemos suficientes recursos económicos para invertir, los costos de producción podrían aumentar considerablemente y estamos perdiendo la confianza de los inversionistas. No habrá nuevas inversiones, al menos no a corto plazo, pues los daños de la iniciativa de contrarreforma eléctrica podrían ser irreversibles.
La aprobación de la reforma eléctrica pone a nuestro país en tela de juicio, seguramente habrá repercusiones en la calificación crediticia de nuestro país y la economía mexicana sufrirá un nuevo impacto.
Necesitamos invertir para crecer, necesitamos poner todas las cartas sobre la mesa, necesitamos establecer prioridades y seguir un plan de acción. Estamos frente a un gran reto económico y las complejidades se van sumando, poniendo a nuestro país ante un daño permanente.