Cada quien ve su realidad
Las cosas han cambiado, nuestro país es distinto, los recursos son menores y el gobierno federal tiene menos capital de lo que parece. Los estados financieros y la entrada en vigor del nuevo criterio contable (IFRS) deberían reflejar otra realidad. El gobierno de nuestro país cada vez cuenta con menos recursos, pero muchos mexicanos no lo tomamos con seriedad. Con menos ingresos, los pronósticos apuntan hacia una caída sustancial en el presupuesto planteado para el próximo año.
Las cosas han cambiado, nuestro país es distinto y las expectativas de crecimiento económico aumentan. Por consiguiente, el paso natural es que el ingreso crezca, que el déficit se mantenga y el recorte de gastos públicos incremente de tal magnitud que se convierta en una nueva realidad.
Las cosas han cambiado, nuestro país es distinto y los gastos gubernamentales aumentan. CCE está en negociaciones para retomar la inversión privada en el sector y parece tener apoyo por parte del primer mandatario. Algunos analistas expertos coinciden en que debería repensarse el esquema que se ha planteado para lograr que el sector privado tome el riesgo de mercado sin alterar significativamente sus tasas de retorno.
El gobierno federal tiene planes distintos a los planes que se están cociendo entre los empresarios mexicanos. La diferencia de intereses es trascendental. Los empresarios buscan rentabilidad financiera; el gobierno está en búsqueda de rentabilidad social. Al gobierno de nuestro país se le ha acabado el guardadito y no cuenta con los recursos suficientes para echar a andar todos los proyectos que tiene en mente. El gobierno federal necesita de la inversión privada para mantener en marcha sus planes, pero esa no es la realidad latente.
Para lograr un cambio real, los empresarios y el gobierno deberían ir sobre la misma línea. Para lograr un cambio real, los empresarios y el gobierno deberían tener los mismos intereses y luchar por los mismos objetivos. Eso no es lo que está sucediendo realmente y se está generando un gran conflicto entre lo que busca la CCE y lo que pretende el gobierno ejecutivo.
De acuerdo con algunos especialistas, ningún empresario mexicano destinará sus recursos a proyectos que no sean financieramente atractivos y eso es exactamente lo que está sucediendo. Ya veremos.