Y siguen aumentando los costos

Y siguen aumentando los costos

Primero dan una gran noticia para los trabajadores mexicanos: anuncian un aumento en el salario mínimo con lo que lograrían no vivir al día y quizá destinar un pequeño porcentaje a fomentar la cultura del ahorro dentro de su entorno familiar. Al poco tiempo entra en vigor una nueva ley, cuyo objetivo es incrementar el impuesto a ciertos productos como el pan de caja, el pan dulce, los refrescos y los cigarros, en pequeños comercios y tiendas de autoservicio. Estos productos son de gran consumo dentro del sector. Una contradice a la otra, pero ¿cuál afectará menos a la población mexicana?

Dentro de todos los cambios que han iniciado y están por iniciar con la entrada del nuevo año, muchos mexicanos comienzan a pensar en su futuro económico. Muchos individuos ya han ido notando pequeñas alzas desde finales de 2019, otros inician el año con nuevas noticias. A pesar de que estas modificaciones serán paulatinas, el sondeo ya comenzó y la alza en pequeños impuestos e incrementos en costos de víveres cotidianos, están comenzando a generar movimiento. 

Cierto porcentaje de los mexicanos viven al día y centavo a centavo se ve afectada su economía. Por pequeño que sea el incremento, todo va sumando y todo efecto trae consigo consecuencias. Para algunos, estas consecuencias son positivas, para otros, negativas; todo depende del lente tras el cual se mira y las condiciones de vida de la persona. Estos cambios surgen gracias a la actualización del Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS), el cual afecta también a las tiendas de abarrotes, quienes estarán obligadas a aumentar el costo de productos lácteos y botanas. En cuanto al tema del tabaco, el Consejo Nacional de la Industria Tabacalera (Conainta) reaccionó con preocupación. Y para no terminar ahí, también habrá un acrecentamiento en el transporte público y la gasolina. 

Los cambios dentro del territorio nacional están en su máximo auge. Los expertos proponen estar alerta y al tanto de cada noticia para no agarrar a nadie desprevenido.