Un buen plan de acción

Un buen plan de acción

Un adecuado manejo de nuestras finanzas personales nos podría ahorrar grandes conflictos a corto, mediano y largo plazo. Una administración acertada de nuestro capital nos ayudará a vivir en un estado de mayor paz interna. Una organización apropiada de nuestro día a día nos ofrecerá la oportunidad de disfrutar de pequeños momentos que se convierten en grandes aprendizajes.

Nuestros ingresos, egresos y gastos forman una base importante de nuestro vivir cotidiano. Nuestras finanzas personales son una clave importante que determina nuestra calidad de vida. Tener control sobre nuestras finanzas nos ayudará a tener un panorama más amplio y estar preparados para gastos mayores. 

Nuestros gastos se conforman principalmente de gastos fijos y gastos irregulares. Los gastos fijos son aquellos que son recurrentes y que pagamos en fechas relativamente estables. Algunos ejemplos incluyen los gastos escolares, los seguros, las vacaciones, la compra de ropa y zapatos, artículos para nuestra despensa, ciertos regalos, suscripciones mensuales o anuales, entre otros. Los gastos irregulares son aquellos que son únicos y pueden o no ser predecibles. Algunos ejemplos incluyen la compra de un vehículo, los gastos relacionados con un evento específico, la renovación de nuestra vivienda, entre otros. 

Nuestros gastos, tanto regulares como irregulares son importantes y deben estar incluidos en nuestro presupuesto anual. Nuestro presupuesto debe ser lo suficientemente específico como para ofrecernos un panorama claro, y suficientemente amplio como para incluir aquellos imprevistos que pudieran surgir de manera espontánea. Dentro de nuestro presupuesto, es fundamental construir un fondo para emergencias, así como dejar lugar para ahorrar e invertir. Recordemos que destinar un pequeño porcentaje de nuestros ingresos al ahorro y a futuras inversiones, es esencial. 

La planificación es vital para construir una disciplina financiera. La disciplina financiera es crucial para evitar conflictos económicos futuros. La disciplina financiera nos permite tener una idea de nuestra capacidad de ahorro. El tener todas las cartas sobre la mesa nos permitirá planear y estar preparados para ajustar nuestro presupuesto ante situaciones imprevistas.