Transitando por el camino financiero
Las estadísticas muestran que más de la mitad de los mexicanos ahorran, sin embargo, no hacen uso de instrumentos financieros formales. El ahorro es indispensable para construir los primeros cimientos de una vida financiera sana y conlleva a grandes beneficios. Seguir este esquema no es del todo adecuado y muchas personas se topan con una disyuntiva. Ahorrar sin invertir es un grave error, ya que el capital apartado no genera rendimientos y termina perdiendo su valor a lo largo del tiempo.
Tanto el ahorro como las inversiones son esenciales dentro del mundo de las finanzas personales, pero cada uno tiene sus características propias. La idea es lograr un equilibrio entre ambas para consolidar una vida financiera lo más sana y estable posible. Los temas financieros parecen complejos a primera vista, sin embargo, el ahorro y las inversiones no requieren de grandes conocimientos para lograr éxito en el terreno. No es necesario tener altos niveles de experiencia, pues la realidad actual y la tecnología nos brinda con diversas alternativas.
Tanto el ahorro como las inversiones tienen ventajas propias, y el tener noción de ellas nos permitirá tomar decisiones informadas. El ahorro es capital que apartamos para un fin específico y si lo guardamos en una entidad seria, siempre estará seguro. El capital ahorrado tendrá disponibilidad inmediata y será útil para hacer frente a situaciones inesperadas. Los riesgos al ahorrar en entidades financieras son prácticamente nulos.
Ahora sí nos adentraremos en el tema de las inversiones. Una vez que logramos acumular cierto monto de nuestro capital, es importante ponerlo a trabajar para verlo crecer. Es importante fijarnos un plazo de inversión y tomar en cuenta nuestro perfil y nuestra tolerancia al riesgo. Las inversiones son ideales para multiplicar nuestro capital y nos escuda ante la posibilidad de realizar gastos impulsivos, pero es importante invertir con cautela. Es de común conocimiento que toda inversión implica un cierto grado de riesgo, por lo que tener nociones básicas y mantenernos asesorados resulta de gran beneficio. Los riesgos de nuestras inversiones dependen de los instrumentos financieros que elijamos. Invirtamos de manera inteligente.
En fin, para lograr hábitos financieros sanos, es elemental ahorrar e invertir. Tener claras las características de cada una logrará que transitemos por un camino más homogéneo.