Programa piloto en Finlandia
Un Ingreso Básico Universal podría ser parte de la solución a reducir los efectos económicos de la pandemia, sin embargo, se realizó un programa piloto en Finlandia y los resultados no fueron los esperados. Los niveles de felicidad aumentaron, pero los empleos disminuyeron de manera considerable. De acuerdo con los especialistas, los finlandeses desempleados que recibieron un Ingreso Básico Universal, durante un periodo de dos años, no lograron conseguir trabajo.
El objetivo de este programa era ver si una red de seguridad garantizada ayudaría a las personas a conseguir un empleo, así como ayudarlos a trabajar bajo el esquema de una economía insegura. De acuerdo con los resultados obtenidos, no hubo un gran efecto sobre los niveles de empleo, pero las personas se mostraron más felices y menos ansiosas. Este esquema llamó la atención a nivel internacional y muchos países intentaron reproducirlo.
A grandes rasgos, el Ingreso Básico Universal (UBI, por sus siglas en inglés) garantiza que todos tengan un ingreso mensual. En ocasiones, el UBI puede verse directamente reflejado sobre la educación, los servicios de salud o los medios de transporte.
De acuerdo con los analistas expertos, este apoyo podría ser parte de la solución a mitigar los efectos económicos de la pandemia ya que podría tener un impacto directo sobre los niveles de desempleo. Este apoyo podría tener un impacto directo sobre las poblaciones más vulnerables, logrando frenar la curva de pobreza extrema. El programa piloto no tuvo los resultados esperados a nivel financiero, pero sí a nivel psicológico y emocional.
Según algunos economistas expertos, sin reformas estructurales fundamentales en el sistema económico, el UBI sería como tapar el sol con un dedo. Algunos especialistas opinan que el Ingreso Básico Universal se centra en la riqueza personal y en el poder adquisitivo de las personas, pero no pretende tener un efecto directo sobre las empresas. De acuerdo con algunos otros, el UBI sería demasiado costoso de implementar y fomentaría una cultura de algo por nada. Las recompensas económicas deberían basarse en la creación del valor económico.
Este programa piloto es un motor de cambio que podría implementarse en distintas regiones, ayudando a disminuir los niveles de desempleo y a mitigar los efectos económicos de la pandemia.