México sale del radar de inversión extranjera
México sale del radar. El Índice de Confianza de Inversión Extranjera Directa (IED) Kearney notificó recientemente que nuestro país ya no es un territorio atractivo para los inversionistas. México se sale de la lista de los veinticinco países más atractivos en términos de inversión debido a una serie de diversos factores.
Nuestro país ya no es considerado parte de los países atractivos para los inversionistas, especialmente en términos de Inversión Extranjera Directa, pues el bajo crecimiento que ha logrado a nivel histórico, la poca seriedad de parte del gobierno, la falta de transparencia, la modificación frecuente de normas y la cancelación de obras privadas han influido considerablemente.
De acuerdo con los analistas expertos, nuestro país ha cambiado las reglas del juego en numerosas ocasiones, logrando frenar obras importantes, así como modificar reformas trascendentales. De acuerdo con los especialistas, el gobierno federal ha tomado decisiones que han generado un impacto significativo sobre el estudio realizado. Algunas de las decisiones que ha tomado nuestro gobierno han sido de alto costo y bajo impacto.
Las cifras apuntan hacia ejemplos concretos, tales como el freno a las inversiones privadas, el freno a la dinámica de la reforma energética y la generación de nuevos proyectos relacionados con la energía eléctrica limpia. Además, el Tren Maya, La refinería Dos Bocas y el Aeropuerto de Santa Lucía.
Los altos grados de incertidumbre que se viven dentro del país han logrado que México salga del radar atractivo para los inversionistas. Algunos especialistas consideran que esto traerá repercusiones financieras para nuestro país y ahuyentará a los inversionistas, guiándolos hacia países con mayores niveles de estabilidad.
Una recesión económica está en puerta y nuestro país no parece estar preparado. La desaceleración financiera que estamos viviendo traerá repercusiones para nuestro país. El poco crecimiento económico que hemos logrado en los últimos tiempos se verá reflejado. Los inversionistas voltearán a ver a países con mercados financieros desarrollados y dejarán a un lado aquellos con economías emergentes y fronterizas.