Los fantasmas que impiden un ahorro adecuado
Un alto porcentaje de la población mexicana no tiene hábitos de ahorro sanos. Incluso aquellas personas más estables a nivel financiero pueden tropezarse con algunos fantasmas. Los fantasmas más comunes son los gastos hormiga, los cuales parecen ser insignificantes, pero contribuyen a disminuir notablemente los ingresos del individuo y van en incremento día a día. Los expertos del sector financiero recomiendan crear un presupuesto detallado, establecer límites personales de gasto y ahorro, así como un registro minucioso de absolutamente todos los gastos realizados.
Explicando un poco, los gastos fantasma son aquellos que la persona no contabiliza dentro de sus actividades cotidianas pero tampoco los aprovecha de manera eficiente. El gasto fantasma más común son las membresías, las cuales son contratadas de manera individual, pudiendo ser adquiridas de manera compartida y sacarles un mayor provecho. Las más usuales son las membresías de tiendas de autoservicio, las membresías a gimnasios y las membresías relacionadas con servicios de streaming.
Otro gran gasto fantasma, que parece que no pinta pero va sumando, es la alimentación callejera. Si cada persona pensara en el ahorro y llevase comida desde su casa, estos gastos disminuirían de manera notable, contribuyendo a un ahorro más efectivo.
Los seguros son necesarios e indispensables, sin embargo, es frecuente que la persona acepte determinada póliza sin hacer un análisis minucioso y una comparación de las opciones que ofrecen las distintas compañías de seguros. Es importante que el individuo elija la alternativa que más se acerque a sus necesidades y posibilidades.
El alto consumo de energía eléctrica es un tema común dentro de los hogares mexicanos. Si las personas hicieran un uso consciente de los aparatos eléctricos que poseen, tendrían la posibilidad de disminuir su consumo eléctrico de manera considerable.
Las famosas rentas de mini bodegas son otro gasto fantasma. A través de ellas, la persona almacena objetos que podría mejor donar o vender en lugar de realizar un pago mensual recurrente. Muchas veces el individuo no considera este cargo, y peor aún, no recuerda lo que tiene almacenado. Es recomendable conservar solo aquellos objetos que brinden valor y despedirse de aquellos que ya no tienen un lugar en la vida de la persona.
Para finalizar, algunos otros gastos fantasma son los automóviles nuevos, las grandes casas que abarcan más del 25% de los ingresos del individuo y los negocios que no generan suficientes ingresos durante los primeros meses.