Las nuevas tendencias bancarias
La pandemia del Covid-19 ha traído consigo graves consecuencias a nivel económico. La crisis financiera, que ya había comenzado tiempo atrás, se disparó debido a la crisis sanitaria. Los analistas expertos coinciden en que la pandemia ha acelerado el uso de la banca móvil, pues el confinamiento ha obligado a millones de mexicanos a permanecer dentro de sus hogares.
Los medios de pago digitales han incrementado de manera dramática, pues el distanciamiento social ha obligado a los habitantes de nuestro país a adaptarse a una nueva normalidad. Los sistemas bancarios digitales están en su máximo auge, pues la nueva realidad ha modificado nuestra forma de vida.
De acuerdo con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), hay una amplia gama de sistemas bancarios que son utilizados con mucha frecuencia dentro de nuestro país. La idea detrás de estas formas de pago radica en beneficiar directamente a los clientes de las entidades financieras. Los sistemas bancarios digitales son los más populares al momento, pues los avances tecnológicos han permitido que el consumo siga en pie.
Las nuevas tendencias bancarias han llegado y los especialistas aseguran que no habrá vuelta de hoja. Las medidas adoptadas como un intento de mitigar los efectos sanitarios de la pandemia del Covid-19 se han traducido en un cambio de hábitos. Diversas instituciones financieras han arrojado datos estadísticos, concluyendo un aumento significativo en transacciones por canales móviles.
La economía parece estar en pausa, sin embargo, cierto sector de la población está haciendo uso exhaustivo de mecanismos remotos. Muchas personas se están convirtiendo en clientes fieles de diversas instituciones financieras, mientras que aquellas que no utilizaban estos medios con frecuencia, están haciendo uso de canales digitales. El mundo digital está en puerta y tendremos que adaptarnos, sí o sí. La pandemia nos ha obligado a entrar a una nueva dimensión bancaria. La pandemia nos ha obligado a entrar al camino hacia la digitalización.
Estamos inmersos en una etapa de incertidumbre económica. El gobierno federal no parece estar implementando medidas contundentes y no parece tener un plan de acción para incentivar la inversión. Las proyecciones a corto plazo apuntan hacia un bajo crecimiento económico, aunado a bajos niveles de inversión, así como a un incremento en los niveles de pobreza y desempleo dentro del país.
Nos esperan tiempos económicos complejos y la incertidumbre no parece desaparecer.