Guía del abanico de tipos de inversión
Hoy en día la tecnología, el acercamiento con los bancos y las infinitas posibilidades de información nos proveen con muchas opciones de inversión. Hay tantas opciones, desde las más tradicionales, hasta las más modernas, que es muy normal que te encuentres con dudas sobre cuándo, cómo y en qué invertir.
Para comenzar con esta guía hablaremos con la definición de inversión. Se considera una inversión al pagar por un bien que te podrá brindar rendimientos en el futuro. Esto quiere decir que pones a trabajar tu dinero con el fin de generar utilidades. La principal clasificación de los tipos de inversiones es inversiones financieras e inversiones físicas o económicas. En la primera se refiere a las inversiones que tienen como meta obtener activos financieros. Por otro lado, la segunda categoría se refiere a las inversiones que se adquieren a través de activos tangibles, como diferentes tipos de inmuebles. Su valor aumenta con el tiempo, por lo que generan rendimientos.
Partiendo de esta división, los diferentes tipos de inversión que tenemos como opciones son:
- Inversiones de renta fija. Estas inversiones son seguras porque el riesgo es muy bajo, aunque los rendimientos también lo son. Se denominan de renta fija porque el inversionista se compromete a depositar una cantidad de dinero fija durante un periodo de tiempo establecido.
- Inversiones de renta variable. En estos activos no se conoce el monto de la ganancia que se obtendrá en la operación. Este tipo suele tener un factor de riesgo más alto, pero los rendimientos son mucho mayores.
- Inversión en la bolsa de valores. Este tipo de inversión es común entre principiantes, porque puede hacerse a través de un bróker que te guíe. Este tipo de inversión consiste en comprar y vender acciones de empresas.
- Inversión en materias primas. Usualmente este tipo de inversión lo hacen inversores avanzados, ya que hay que conocer muy bien estos mercados especializados. Entre las materias primas en las que se puede invertir está la energía, metales industriales, metales preciosos, productos agrícolas y productos perecederos.
- Inversión en bienes inmobiliarios. Invertir en inmuebles es una opción muy segura, además de que es de los pocos bienes que aumentan su valor con el tiempo.