Sin volver atrás
Si tratamos de tapar el sol con un dedo, eventualmente las cosas saldrán a la luz y nuestros conflictos financieros surgirán. Si intentamos parchar nuestros problemas financieros en lugar de entenderlos de raíz, en algún momento tocaremos fondo y explorará la olla. Si reparamos sin conocer las profundidades de nuestros dilemas financieros, tarde o temprano tendremos que quitar la curita y la herida seguirá fresca.
Nuestras finanzas personales caminan a nuestro lado, nos acompañan día a día y son parte de nuestra esencia como seres humanos. El dinero es vital para vivir en armonía, para gozar de la plenitud y para cubrir nuestras necesidades básicas. Nuestro capital está presente en nuestras decisiones cotidianas, pero lo importante no es nuestro nivel de ingresos, sino la manera en que gestionamos nuestros recursos.
Algunos ganan mucho y otros no tanto, pero eso es trivial. Lo realmente importante es tener una buena educación financiera, contar con estrategias funcionales y hacer uso de herramientas financieras útiles. Lo elemental es conocer nuestra situación económica presente, elaborar un presupuesto realista y establecer metas financieras que nos encaminen hacia una mejor calidad de vida.
Muchos vivimos en una zona de confort y preferimos no movernos para no entrar en un terreno desconocido. Solemos tomar decisiones que vayan acordes con nuestro estilo de vida actual y pocas veces nos cuestionamos. Tendemos a buscar la comodidad, a elegir lo que conocemos y a caminar con los mismos hábitos financieros durante toda la vida. Pocas veces hacemos una pausa para pensar, para analizar nuestras finanzas personales y para incorporar nuevos métodos.
Los seres humanos somos criaturas de hábito y frecuentemente nos cuesta trabajo aventurarnos, lanzarnos al ruedo y tomar riesgos financieros. Sentimos que tenemos control sobre nuestras finanzas personales y que un movimiento en falso puede tumbarlas, pero si logramos confiar en nuestra intuición y desechar tabúes, nuestra calidad de vida podría dispararse y no volveremos atrás.